El boxeo celebra mañana el combate más importante de 2019, entre el mexicano Saúl “Canelo” Âlvarez y el estadounidense Daniel Jacobs, donde unificarán sus tres títulos mundiales de peso mediano.
Canelo con 51-1-2, 35 KO, de 28 años, y Jacobs, 35-2, 29 KOs, de 32, están supuestos a realizar un combate que se decidirá antes del décimo asalto, según todos los pronósticos, a favor del primero.
Desde que se anunció la pelea se ha estado subestimando la capacidad de Jacobs, y sobredimensionando la del mexicano, que si bien es cierto que ha tenido choques con púgiles de más cartel, en especial en sus últimas peleas, no es menos cierto que tiene muchas debilidades.
Si la pelea se va a decisión de los jueces, cosa que dudo, por la calidad de la pegada de ambos, que nadie dude que será a favor de Canelo.
Los intereses económicos tienen un peso impresionante en los deportes, y el contrato de Canelo por más de 250 millones de dólares y 11 combates con la empresa DANZ, que será la responsable de la transmisión, tendrá un peso de primer nivel.
Un elemento extraño en este caso, contrario a otras carteleras, es que no hizo una parafernalia publicitaria y promocional durante la presentación, donde ya es costumbre una guerra verbal y en muchos casos se llega hasta a la “agresión física”.
Esta será una pelea interesante que ha despertado el interés del público, a pesar de que todavía ayer, de acuerdo a los promotores, quedaban boletas disponibles en el T-Mobile Arena de Las Vegas, escenario del choque.