WASHINGTON, EE.UU.- El ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro, abogó este lunes por cambios estructurales en la Organización de Estados Americanos (OEA) que impriman mayor eficacia al organismo hemisférico, con estricto apego al respeto soberano de los países que lo componen, igualdad de la integridad, libre determinación e independencia , así como la protección y promoción de los derechos humanos.
En su discurso pronunciado ante el plenario de la Cuadragésimo Quinta Sesión Ordinaria de la máxima organización hemisférica, Navarro dijo que la República Dominicana desea trabajar por la defensa de un sistema interamericano comprometido con el multilateralismo y los principios y fundamentos establecidos en la carta del organismo.
«Este compromiso con el multilateralismo al que hacemos referencia es el que nos lleva a ambicionar un nuevo y renovado organismo que represente el inicio de un moderno ciclo en las relaciones interamericanas. Y qué bueno que se haya escogido el tema del Presente y futuro de la Organización de Estados Americanos», subrayó el ministro Navarro.
En su ponencia ante la membresía de la OEA, ahora encabezada por el recién electo secretario general Luis Almagro, Navarro refirió que la asamblea representa una oportunidad única para la construcción de una nueva agenda hemisférica de cara al siglo XXI, con una determinación clara y definida del papel que los Estados quieren que la organización desempeñe».
Manifestó que el hemisferio requiere en este tiempo de un organismo con fortaleza en los mecanismos de diálogo político y cooperación integral, que permita avanzar hacia la construcción de sociedades más inclusivas, la erradicación de la pobreza extrema, el pleno ejercicio de los derechos sociales, civiles, políticos y económicos de las Américas, a la par con un mayor desarrollo de la democracia en el continente.
El ministro dominicano recordó que el orden político interamericano ha ido cambiando en los últimos 50 años, con el paso de gobiernos dictatoriales a democráticos, lo que generó una nueva visión en el contexto geo político.
Dijo que los cambios alcanzados por el continente, no sólo con una tendencia de crecimiento económico sostenido, sino igualmente marcado por el advenimiento de importantes avances tecnológicos, además de un gran desarrollo en las tecnologías de la comunicación e información, lo que ha representado un nuevo paradigma reflejado en el seno de la OEA.
Consideró que ante esa realidad descrita, se hace necesario una readaptación y orientación en el funcionamiento de los órganos políticos fundamentales de la OEA, acompañada de un replanteamiento del papel de la Secretaría General con respecto al Consejo Permanente.
«Consideramos igualmente importante revisar el vínculo de la Cumbre de las Américas con la Organización de los Estados Americanos, de manera que ésta forme parte integral de la estructura de la OEA y no que esta relación se límite al de alojar a la Secretaría de Cumbres y las reuniones preparatorias de las mismas», enfatizó Navarro.
Agregó que el valioso propósito que ha manifestado el nuevo secretario general de la OEA, Luis Almagro, de impulsar un movimiento renovador para colocar al organismo en pleno Siglo XXI y camino hacia un mejor futuro, se debe antes profundizar las fortalezas y reconocer las debilidades.
«La República Dominicana espera con entusiasmo la llegada de esta nueva etapa, así como que esté a la altura de los nuevos tiempos y que aborde en el más amplio sentido las necesidades que enfrenta el quehacer de la OEA. Vislumbramos una organización que juegue un rol de mayor relevancia como ente mediador, capaz de lograr acercamientos y diálogos entre los Estados Miembros cuando se den situaciones que así lo requieran», aseguró.
Consideró que la OEA deberá iniciar un proceso de reorientación a todos los niveles que sirva para fortalecer su labor y enfrentar de manera efectiva y eficiente los desafíos actuales, «por eso, los retos que tendrán que enfrentar las nuevas autoridades es el fortalecimiento institucional, administrativos y estructura funcional».
Expuso que las nuevas autoridades deberán trabajar para lograr una asignación y un uso más eficiente y adecuado de los recursos, priorizando las necesidades institucionales y la implementación de sistemas de control.
» Para nuestra delegación es importante que se haga un esfuerzo serio en adoptar una racionalización del gasto que permita atacar las causas de la actual crisis financiera que se enfrenta con el desbalance estructural del presupuesto. Este desbalance es un obstáculo para cubrir en forma adecuada las necesidades de la institución», enfatizó el ministro.
Al mismo tiempo, Navarro llamó a implementar a mediano plazo un sistema de contabilidad del sector público con estándares internacionales, conocido en inglés como International Public Sector Accountint Standards (IPSAS), lo que a su juicio permitirá un rápido saneamiento financiero en la OEA, además de facilitar una mejor planificación estratégica.
Asimismo, proclamó que en el seno de la OEA se debe abordar cuanto antes el tema de la representatividad, transparencia y confianza en el ámbito de los recursos humanos, así como un mayor equilibrio en las nacionalidades del personal que conforma la Secretaría General para que todos los países miembros se sientan verdaderamente representados.
«Otro tema de gran importancia es el que tiene que ver con las necesarias reformas estructurales de la Organización para hacerla más eficiente. Sin embargo, antes de considerar una propuesta de ajustes a la estructura de la Secretaría General de la OEA, con la implicación de la eliminación y creación de Secretarías y Departamentos, será fundamental conocer el costo financiero que dicho ajuste significaría, a fin de que esta propuesta pueda ser aprobada por la Asamblea General de octubre de este año», declaró.
Dijo que coincide con el parecer de muchos expertos y académicos que han planteado que la visión futura de la OEA va más allá del problema de que algunos países presentan atrasos o en la necesidad de incrementar el nivel de las cuotas.
«Las nuevas autoridades deberán impulsar el diálogo político con base en los cuatro pilares de la Organización, como son derechos humanos, democracia, desarrollo integral y seguridad multidimensional. Otro aspecto relevante en el que debe enfocarse es en la estrategia de vinculación e interrelación con los nuevos espacios de diálogo e integración en la región, para lograr un mayor grado de complementariedad y coordinación de sus actividades», enfatizó.