Quisimos escribir este artículo para recordar tanto a los hombres, mujeres y la familia en general, la importancia de la medicina preventiva, o sea la evaluación rutinaria cada 6-8 meses, para así poder hacer un diagnóstico temprano del cáncer de próstata, y de esa manera ofrecer un tratamiento curativo para este cáncer que ocupa el primer lugar en los hombres y segunda causa de muerte después del cáncer de pulmón.
El cáncer de próstata representa la segunda causa de muerte por cáncer en hombres en el mundo, y este se define como el crecimiento de células cancerosas de manera descontrolada y desorganizada, las cuales pueden invadir localmente o a distancia otros tejidos y órganos.
Las células del cáncer crecen sin control, y existe una alteración en el ADN, razón por la que la célula no muere como debería, entonces empieza a producir células que el cuerpo no necesita, pero que tampoco mueren, como es el proceso normal de todo ser vivo.
Uno de cada 6 hombres va a tener cáncer de próstata en algún momento de su vida, lo que nos dice que la incidencia es muy alta, y por esta razón nuestro afán de que los hombres nos evaluemos con el urólogo, independientemente tengamos alguna molestia para orinar o no, debemos visitar nuestro médico cada año o dos veces al año si tenemos antecedentes familiares con cáncer.
Las estadísticas nos dicen que en nuestro país, República Dominicana, morirán en este año unos 1,100 hombres por cáncer de próstata.
Para hacer el diagnóstico del cáncer se toman en cuenta, examen físico (tacto rectal), P.S.A. que es una prueba en sangre, y sonografia de próstata si es necesario, y luego se decide si hacer la biopsia que nos da el diagnóstico definitivo. El tratamiento lo decide el paciente junto al urólogo y dependerá de factores, como son edad, condición física del paciente, y del grado del cáncer en el momento del diagnóstico.
Es importante decir que para diagnosticarlo, decidir el tratamiento y seguimiento, el urólogo es el médico especialista entrenado para manejar el cáncer de próstata, y de vías urinarias (cáncer de vejiga, riñón, uréter, testículo y pene) en todos sus aspectos.