SANTO DOMINGO.-Canadá ha asumido el protagonismo en la comunidad internacional ante las alternativas para ayudar a Haití a enfrentar la crisis política y humanitaria derivada del control que sobre ese país tienen violentas pandillas.
La idea general es que la misión no sea considerada como intervención militar, sino como una de asistencia humanitaria.
Autoridades de Estados Unidos han agotado rondas de diálogo con sus iguales de Canadá, para que sea este último el que lidere finalmente una misión en Haití.
Canadá ha asumido el mandato emanado del Consejo de Seguridad de la ONU, sancionando a políticos y empresarios que hayan ayudado o financiado a las pandillas que controlan el territorio haitiano, pero en coordinación con Estados Unidos busca dimensionar las medidas.
Los movimientos en la Embajada de Canadá en Puerto Príncipe han empezado con un reforzamento de su seguridad, según la agencia The Canadian Press.
Hace poco más de una semana el embajador de Canadá ante la ONU, Bob Rae, se reunió en Haití con el liderazgo de esa nación en procura de buscar puntos en común.
Se recuerda que el primer ministro de Haití, Ariel Henry, había solicitado una misión de fuerzas extranjeras para mitigar la crisis de ese país, pero que la solicitud había sido rechazada por algunos sectores de Haití.
Es por lo que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, señaló que una posible intervención militar canadiense en Haití no puede ocurrir a menos quelos partidos políticos de la nación estén de acuerdo.
También había indicado que se requiere de un claro plan de acción antes de decidir sobre una misión internacional para Haití.
Ayuda colectiva
Ahora un número no especificado de funcionarios formará un equipo dentro de la Embajada de Canadá «para establecer un mejor enlace y comprometerse con las partes interesadas en la seguridad haitiana» sobre cómo Canadá puede responder a las necesidades locales.
Junto a Canadá se prevé una participación de primer orden de Brasil, nación que a partir del día uno de enero contará con Luiz Inácio Lula da Silva como presidente.
Se espera que Lula, mucho más alineado con el sector demócrata norteamericano, colabore activamente al igual que como ocurrió con la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití establecida en junio de 2004.
Las ayudas incluirían el restablecimiento del orden institucional , acompañar en la celebración de elecciones y liderar la parte médica tras el rebrote del cólera, que ya supera la cifra de los dos mil casos confirmados, de los cuales casi la mitad son niños menores de catorce años.
Haití sufre desde el magnicidio de Jovenel Moïse un agravamiento de su crisis que se ha visto matizado por la usurpación del territorio a manos de bandas armadas.
El suministro de combustible ha sido precario, afectando su infraestructura sanitaria. Además, la labor de la prensa se ha visto limitada con el asesinato de periodistas y la paralización de tiradas de periódicos impresos.
Sobre Haití
—1— Fecha
Jovenel Moïse fue asesinado en su residencia el 7 de julio de 2021.
.
—3— Cotidianidad
El dominio parcial de territorios por parte de bandas armadas se ha convertido en la constante del país, que es atacado nuevamente por el cólera.
Liderazgo dominicano unificado sobre Haití
Cohesión. Pese a las diferencias y los ataques frontales a los que suelen recurrir para posicionarse con fines electorales, el liderazgo político dominicano ha mostrado unidad de criterio en relación con Haití.
Sus máximos representantes han insistido en que el país carece de las condiciones necesarias para acoger refugiados haitianos y que se requiere la asistencia de los organismos internacionales para restaurar el orden en el vecino país, afirmando que por sí mismo no es capaz de lograr tal cosa.
Igualmente, han interpretado que se trata de presiones contra la República Dominicana, los informes migratorios y las decisiones económicas asumidas por Estados Unidos.