Campaña electoral en Pakistán vive una jornada sangrienta con 132 muertos

Campaña electoral en Pakistán vive una jornada sangrienta con 132 muertos

Campaña electoral en Pakistán vive una jornada sangrienta con 132 muertos

El mayor de los atentados, con 128 muertos y 122 heridos, fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), en uno de los peores actos terroristas en Pakistán de los últimos años.

Islamabad.- La campaña electoral en Pakistán vivió hoy una jornada sangrienta con 132 muertos y alrededor de 140 heridos en dos atentados contra mítines políticos, cuando faltan menos de dos semanas para los comicios generales en el país.

El mayor de los atentados, con 128 muertos y 122 heridos, fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), en uno de los peores actos terroristas en Pakistán de los últimos años.

El atentado ocurrió cuando un atacante suicida hizo explotar las bombas que portaba durante un mitin en un mercado en el distrito de Mastung, en la provincia occidental de Baluchistán, una de las regiones paquistaníes más azotadas por el terrorismo.

El acto lo encabezaba el político Siraj Raisani, del grupo regional Partido Nacionalista Awami (ANP), que falleció en un centro hospitalario a consecuencia de las graves heridas sufridas, según dijo a Efe su hermano Lashkari.

El fallecido era hermano de un antiguo jefe de Gobierno de Baluchistán, Mohammad Aslam Khan Raisani, y uno de sus hijos había muerto también en un atentado terrorista en 2011.

Parte de los heridos fueron trasladados a varios hospitales en Quetta, la capital provincial, donde los servicios sanitarios activaron el “estado de emergencia” ante la masiva llegada de víctimas, declaró a Efe Muhammed Ramzan, portavoz de la Policía.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) asumió la autoría del atentado suicida en un escueto comunicado difundido por la agencia Amaq, afín a la organización terrorista, en el que se indica que se perpetró “con un cinturón de explosivos durante un mitin electoral».

El atacante, que se encontraba sentado entre el público, detonó los explosivos que portaba al final del evento, según detalló a Efe el portavoz de Policía de Mastung, Sana Ullah.

El primer ministro paquistaní, Nasir ul Mulk, que gobierna de manera interina hasta la celebración de las próximas elecciones, condenó el atentado en Mastum “en los términos más rotundos” y mostró su pesar por los fallecidos, al tiempo que rezó por la pronta recuperación de los heridos, según un comunicado.

También el general Qamar Javed Bajwa, jefe del Ejército paquistaní, “condenó el atroz ataque terrorista en Mastung”, escribió en su cuenta de Twitter el director de la oficina de comunicación militar (ISPR), general Asif Ghafoor.

Bajwa destacó además que, entre las “valiosas vidas perdidas”, estaba la de Siraj Raisani, un “leal y capaz político».   “Los intentos de los adversarios por hacer descarrilar la actividad democrática no deben tener éxito”, manifestó Ghafoor.

Antes, otro atentado con bomba había golpeado un acto electoral en la ciudad de Bannu, en la provincia nororiental de Khyber Pakhtunkhwa, que dejó cuatro muertos y diecinueve heridos.

El objetivo del ataque era el exministro Akram Durrani, quien fue titular de Vivienda del último Gobierno central y del partido Jamiat-Ulema-Islam, que salió ileso.

El martes pasado, en el primer atentado de relevancia durante la campaña electoral, al menos veinte personas murieron y sesenta resultaron heridas en un ataque suicida contra el ANP, también en Khyber Pakhtunkhwa.

En esa acción, reivindicada por los talibanes paquistaníes, murió el político Haroon Bilour.   Pakistán celebrará elecciones generales y provinciales el 25 de julio, en las que están llamados a votar 105 millones de ciudadanos, según datos de la Comisión Electoral.

La violencia se redujo en el país durante 2017 con 1.260 muertos por terrorismo (540 de ellos civiles, 208 miembros de las fuerzas de seguridad y 512 supuestos terroristas), la cifra más baja en una década, según el Portal de Terrorismo del Sur de Asia, que estudia la violencia en la región.