Un análisis de la Oficina Nacional de Estadísticas propone que el 2.1 % de la población registrada en el censo de 2022 tenía entonces 80 años o más.
Esto equivale a unas 226 mil personas si tomamos en cuenta que la población total hallada para la fecha era de 10.77 millones.
Con estas cifras acerca de la población, porcentaje de quienes para el 22 tenían 80 años o más y el número de habitantes extraído del cociente entre estos dos valores, inicio el acercamiento a los sesenta años del estallido de la guerra civil de abril de 1965.
Hagamos antes la salvedad de que entonces la población debía de ser algo menor a los cuatro millones de personas y que de estos posiblemente el 55 % eran habitantes de campos y aldeas pequeñas; es decir, más de la mitad era rural.
Y como el conflicto se mantuvo desde el 24 de abril al 3 de septiembre de aquel año, enfocado en los centros de poder político, sus efectos directos se hicieron sentir con más rigor en una pequeña parte del país.
De lo anterior se puede sacar que sesenta años después de aquella guerra tiende a ser poco significativa la parte de la población con una estructura cerebral madura cuando tenía lugar el conflicto y se abre hasta los 70 años de edad, en cambio, el rango de quienes no tienen de aquellos hechos un recuerdo directo.
Cualquiera que tuviera 20 años cuando empezaron a ser desatadas con el magnicidio —30 de mayo de 1961— las fuerzas originarias de la guerra civil cuenta hoy con 85 y es, por tanto, parte integrante del 2.1 % referido en el primer párrafo de estas notas. A los otros les han contado hechos y leyendas o se han informado mediante lecturas, como es mi caso.
Fueron hechos memorables que sobrepasan a Caamaño, pero tal vez lo mejor que se puede hacer con ellos hoy día es preguntarse por qué ocurrieron.
A parte la formación de cada cual en áreas como ciencias sociales y de la conducta, puede ser organizado un canon bibliográfico que ayude a entender cómo pudo ser posible Trujillo y los siete gobiernos entre el día en que lo tumbaron y el 25 de abril del 65, cuando cayó el de Donald Reid, pero de esto nos ocuparemos en otra ocasión.