Cambiar a mejor

Cambiar a mejor

Cambiar a mejor

Cuál es la faceta de tu personalidad que menos te gusta? Puedes ser sincero conmigo, prometo no decírselo a nadie. Yo lo voy a ser. No me gusta que soy demasiado impulsiva y muchas veces no pienso antes de hablar.

Intento cada día controlarme, pero parece que esa niña interior que tengo tiene más poder del que yo creo. Pero, en serio, si no eres capaz de ser sincero contigo mismo es muy difícil que cambies, siempre vas a arrastrar esa parte de ti que te impide, la mayoría de las veces, avanzar.

Todo cambio es un paso hacia delante y muchas veces sale de verdaderas crisis.

Cierto es que una vez que aceptas eso que no te gusta tienes dos opciones, aceptarlo como parte del todo que eres o intentar modificarlo. Lo primero te da paz, mucha paz, y al asumirlo como un rasgo no tan bueno pero tampoco tan malo de tu personalidad, podrás manejarlo mucho más fácil.

Ahora bien, esa parte de ti que real y efectivamente te molesta es la que debes intentar mejorar, cambiar o volverla a tu favor.

Y les confieso que no es nada fácil, pero sí posible. Para lograrlo solo tienes que tener una mezcla de humildad, sinceridad y decisión.

Vamos por partes. Humildad para decirle a tu ego que deje de querer imponer su criterio. Sinceridad para admitir que no eres perfecto. Decisión para modificar esas actitudes que te dan más disgustos que felicidad.

Yo llevo tiempo practicando las tres cosas y, de verdad, he cambiado.

Muchas personas cercanas dicen que es cosa de la edad, yo digo que es entender que la felicidad depende de mí y no de los demás y cuando se acabaron las excusas tuve que mirar dentro de mi. ¿Te animas a hacerlo?



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