Cambia tus palabras
Las palabras tienen poder, ayudan a conectar con las personas, a designar y dar forma a lo que nos rodea. Sin embargo, no podemos olvidar el papel de nuestro diálogo interno y la necesidad de cuidar lo que nos decimos.
El modo en que nos hablamos puede ser sinónimo de bienestar o sufrimiento. Recordamos, siempre, que nuestras palabras tienen el poder de crear o destruir. Y es que si vives declarando pobreza, sufrimiento, tristeza y carencia, lo más probable es que sigas atrayendo a tu vida todo eso que te repites constantemente.
- Publicidad -
Es esencial que mejoremos nuestro lenguaje. Que cambiemos nuestras palabras. Si, se puede, no es fácil, pero creando un hábito es posible cambiar la forma de pensar y las palabras que decimos, tanto a los demás como a nosotros.
Es tiempo de hacer conciencia sobre el alcance de nuestras palabras. Es mucho más poderoso de lo que podemos pensar. Si quieres sentirte mejor y ser la mejor versión de ti misma, aprende cómo cambiar tu forma de pensar y actuar.
No escucharnos, dedicarnos afirmaciones negativas y reprimir lo que deseamos decir son algunas de las múltiples maneras en las que nos hacemos daño, nos sentiremos frustrados y en las que, tal vez, consigamos alimentar una baja autoestima.
Si cuando te preguntan cómo estás, eres de lo que responde, casi sin ganas, ‘aquí más o menos’, ‘pasándola’, ‘aquí, sin nada, al borde de la quiebra’ o un simple ‘sobreviviendo’ ‘bien porque no hay de otra’, es tiempo que cambies el chip y pasarnos al carril de la energía positiva.
Cuando te pregunten cómo estás, empieza a responder con energía y actitud positiva: ‘Al millón’, ‘avanzando a toda máquina’, y ‘positiva’. Logra hacer esto un hábito y, con el tiempo, verás los cambios que se generan en ti.
Etiquetas
Artículos Relacionados