Washington.- La Cámara Baja de EE.UU. aprobó este viernes un paquete de 17.200 millones de dólares para ayudar a Puerto Rico y varios estados del país afectados por desastres, pese a la oposición del presidente Donald Trump, quien instó a los republicanos a votar en contra al considerar que es una medida “excesiva».
La propuesta legislativa, que fue aprobada tras una votación con 257 votos a favor y 150 en contra, extendería el Programa Nacional de Seguro contra Inundaciones hasta el 30 de septiembre y brindaría ayuda tanto a Puerto Rico (que es un Estado Libre Asociado de EE.UU.) como a los estados afectados últimamente por inundaciones y otros desastres.
En los últimos días, Trump ha argumentado que Puerto Rico ha administrado mal la “amplia” ayuda que ha recibido la isla después de la devastación causada en 2017 por el huracán María y criticado que se han asignado cantidades menores a otras áreas del país también damnificadas.
De hecho, el mandatario pidió a los legisladores republicanos que votaran en contra del proyecto de ley.
“Los republicanos de la Cámara de Representantes no deben votar a favor del mal demócrata proyecto de ley suplementario de desastres que perjudica a nuestros estados, agricultores y seguridad fronteriza”, escribió Trump en Twitter.
A pesar de esa petición, 34 miembros republicanos de la Cámara Baja votaron a favor del proyecto de ley y pidieron a la Casa Blanca que acepte la medida. Después de ser aprobada en la Cámara de Representantes, el proyecto deberá ser evaluado en el Senado, de mayoría republicana.
Un estudio encargado por las autoridades de Puerto Rico publicado en agosto elevó a 2.975 personas el número de muertos entre septiembre de 2017 y febrero de 2018 como consecuencia del huracán María, aunque según algunas fuentes supera los 3.000.
Esa cifra convierte al huracán María en una de las peores tragedias a causa de un desastre natural de la historia de EE.UU., muy por encima de los 1.880 fallecidos en Nueva Orleans por Katrina.
Después de la publicación de esos datos, Trump refutó que 3.000 personas murieran como consecuencia del paso del huracán María y acusó sin pruebas a los demócratas de manipular los datos con fines políticos.
Cuando el mandatario visitó Puerto Rico en octubre de 2017, dos semanas después del paso de la tormenta, el número oficial de muertos era de 16, algo que le llevó a declarar que el huracán María no era “una catástrofe real” como el ciclón Katrina de 2005.