A propósito del segundo período de gobierno y sus grandes retos en relación con los servicios públicos y su mantenimiento, hay que recordar que ofrecer servicios de calidad debería ser la misión de todo servidor público.
Sin calidad no hay eficiencia ni eficacia.
La preocupación por medir el impacto de las políticas gubernamentales empieza por asegurar la calidad de los procesos y determinar las oportunidades y riesgos que inciden en el logro de los resultados.
Una forma de asegurar calidad en las intervenciones del Gobierno es asumir los procesos que ofrecen certificaciones como la norma ISO 9001-2015 que permite autoevaluación e implementación de sistemas de gestión basados en la mejora y en prevención de riesgos.
El Ministerio de Administración Pública con el Marco Común de Evaluación CAF también ofrece una propuesta para las instituciones que quieren entregar la sociedad buenos servicios.
Este enfoque requiere un alto compromiso del liderazgo de las entidades porque incluye procesos profundos de revisión y de asumir acciones concretas que incluso incluyen la ética, la revisión de cuenta y la percepción de la sociedad respecto a los servicios ofrecidos.
Frente al riesgo de deterioro de los servicios públicos, la supervisión de las entidades cobra un rol crucial. En materia de la calidad y la eficiencia a nivel gubernamental el rol del MAP debiera ser de mayor relevancia llegando a niveles de control.
Así como se controlan los recursos, la transparencia, las compras públicas, también debería controlarse la calidad de los servicios públicos que son la evidencia de un buen gobierno y la concreción de los derechos.
Hacer las cosas bien no sólo es una preocupación de las empresas para mejorar sus productos. El Gobierno también debe tener un compromiso serio y evidenciado con la mejora continua.
Como dice John Ruskin, la calidad nunca es un accidente, siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia.
Si queremos mejorar la educación, la salud, el transporte y todos los servicios no hay otro camino que trabajar con excelencia, enfocados en el principal cliente: el pueblo, a quien sirve y se debe el Gobierno.