La devaluación del yuan dispuesta por China provocó la mayor reacción en cadena en los mercados globales, afectando las acciones, los mercados emergentes y, al mismo tiempo, dándole a los bonos un impulso en medio de los temores de que el crecimiento de la segunda mayor economía del mundo se encamine a una desaceleración más profunda.
El Indice Standard Poor’s 500 cayó 0,9 por ciento ayer en la mañana, después de su alza más importante en tres meses.
El cambio de política de China se produce luego de informes económicos dados a conocer este mes en los que se muestra un desplome de las exportaciones del país.