Santo Domingo.-A diferencia de los cactus ornamentales utilizados para el embellecimiento de casas y jardinerías, el cagüey (Neoabbottia paniculata), endémico de la isla Española y que prospera especialmente de la zona fronteriza del país, sirve como materia prima para la confección de muebles.
Esta planta suculenta y arbórea, de unos 6 a 10 metros de altura, crece en lugares de climas secos como las provincias de Azua, Pedernales, Oviedo, Jimaní, Cabral y Bahoruco.
Muebles campestres
Tiene la característica de poseer un tallo resistente, que en su etapa de adultez los artesanos utilizan para crear piezas de distintos usos.
Entre esas figuran sillas, mecedoras, mesas, muebles y otros detalles demandados en los entornos donde se producen.
Sin embargo, de acuerdo con el agrónomo Rafael Guzmán, encargado de la División de Permisos del Departamento de Regulaciones y Controles de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, esta especie se encuentra en la categoría de amenaza en la Lista Roja de República Dominicana.
“Pese a que es isla, abunda más en el sur profundo, como también se produce en Montecristi; sus plantaciones están mermando debido a la sobrexplotación de sus poblaciones, explicó Guzmán.
Hoy día, a través de la división que representa, el también biólogo dijo que están recomendando la siembra masiva de este cactus a nivel de fincas para que no se extraigan de la vida silvestre.
Particularidad
Dicha especie es resistente a la sequía, se da en lugares de poca pluviometría y por ser suculenta o de textura carnosa almacena suficiente agua, precisó Guzmán, quien agregó que por igual es usado a nivel medicinal.
Fertilizan suelos
“Cuando estos cactus mueren y caen al suelo sus depósitos fertilizan el suelo y permiten el desarrollo de otras plantas”, sostuvo.
El experto indicó que el caguey se reproduce por estacas y semillas, además de poseer espinas y dar frutos.
“Aquí no se da permiso para su corte, estamos tratando de preservarlo fomentando su siembra a nivel privado para que no se depriman sus poblaciones, al margen de que las piezas que se hacen con su tallo no son tan duraderas como las de caoba y otras maderas preciosas”, puntualizó.
Regulación
El comercio de esta especie figura en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, lo que indica que su comercio está prohibido y en el país no se permite su exportación.