José Báez Guerrero
Es insólito que Wilson Camacho ataque en la prensa un documento de la ONU que critica la inconstitucional privación de libertad de imputados de corrupción, que atribuye al “agresivo cabildeo” de Jean Alain Rodríguez.
¿Posee un justiciable en evidente desgracia política suficiente poder para cabildear o agredir a la ONU para que critique la gestión de la PEPCA? ¿Acaso Camacho y Berenice Reynoso realmente creen que Jean Alain debe únicamente “defenderse de la sólida acusación” del expediente Medusa y aceptar calladito su incesante lawfare mientras lo mantienen virtualmente secuestrado? Tengo que volver a estudiar los códigos y la Constitución.
Creo que en alguna parte refieren la presunción de inocencia de los inculpados y su derecho a ser juzgados oportunamente, no a paso de tortuga.
El fortalecimiento del Estado de derecho y la confianza del público en una Justicia independiente no resultan del vedetismo y afán farandulero de estos fiscales.
Para condenar a cualquiera que viole alguna parte de las 167 páginas del Código Penal no es necesario un expediente de miles de páginas, cuya simple lectura toma años. La sociedad anhela justicia y condenas ejemplares, no este criticado circo mediático.
