Todavía no puedo ni siquiera imaginar que David Ortiz dé vuelta atrás en su retiro del béisbol profesional.
Aunque su posible retorno es una simple especulación, un viejo refrán dice: “cuando el río suena es porque agua trae”.
¿Podría estar David arrepentido de la decisión de abandonar el béisbol?
De ser así, un hombre que maneja tan bien las relaciones públicas y la publicidad, no se arriesgaría a estas alturas a dejar entrever abiertamente esas intenciones.
Sin embargo, es posible una campaña solapada para que si decidiese regresar, no sorprenda. Para echar atrás su retiro deberá convertirse en un verdadero “camaleón”, algo de lo que no lo creo capaz.
Hay que decir que el supuesto arrepentimiento de Ortiz cae dentro de las especulaciones que se vienen produciendo, en especial tras invitarlo a que se integre al equipo que participará en el Clásico Mundial que inicia en marzo próximo.
Uno de los argumentos para que retroceda es que el país lo necesita y que él es “un pelotero de la patria”, un chantaje que se viene utilizando para presionar a los que están inseguros de integrar la selección.
Aún así, no creo que David regrese. ¡Esperemos!