Reconocer y tener que aceptar que los legisladores elegidos por el pueblo dominicano no tienen autodeterminación en el quehacer congresual, ni en la decisión para la aprobación o no de leyes,porque son dirigidos por la cúpula de sus partidos, constituye una verdadera burla.
Qué objeto tiene que los votantes puedan elegir mediante un voto preferencial al diputado que considere pueda representar sus mejores intereses ante el Congreso Nacional, si la ejecución de ese mandato está afectado de una subordinación, inconsulta por demás, a lo que se decida en una reunión de dirigentes que no viven, ni se identifican con ellos.
Para qué poner a trabajar a miles de personas, paralizar la economía nacional (todas las decisiones económicas en ese período se dejan para después de la elecciones) y gastar millones de pesos y dólares en preparar unas elecciones para tener finalmente legisladores sólo nominales, mas no reales. ¡Ahorremos esa gran inversión dadas a los partidos para hacer campaña! Hay que lograr que las leyes se cumplan, y que los congresistas realicen su trabajo con total independencia.
¿Existe de ese modo separación de poderes? ¿Es sano esto para el fortalecimiento institucional?Considero que a pesar de que todas las bancadas de los partidos ejercen el control absoluto de cada legislador, se degrada el aporte que pudieran hacer de forma espontánea, se pierde la focalización de los problemas y males sociales que hay en cada comunidad que representan.
Sabemos que los partidos políticos son entidades creadas con el fin de preservar el poder, no obstante, les exhorto a que no sean tan indiscretos de decirle al pueblo que los representantes no tienen ningún valor, ni tomarán decisión alguna fuera de la línea partidaria trazada en cada caso. ¡Qué burla!
Pueden hacer contacto con el Lic. Carlos Eduardo Tavárez Guerrero, llamando al teléfono: 809-274-8020, o escribiendo a: consultealjurista@gmail.com