El año nuevo nos trae noticias positivas, como las recién derivadas de la Feria Internacional del Turismo (Fitur), celebrada en Madrid, España.
Este evento, que se lleva a cabo cada año, reúne a los actores principales de la mayor actividad comercial del país y el mercado europeo.
Entre esas buenas noticias está la construcción futura de más de mil habitaciones en el área de Puerto Plata, a través de la alianza entre los Grupos Selman y Velutini para levantar en tres etapas cientos de habitaciones remodeladas y nuevas en el complejo de Playa Dorada.
Así mismo se anuncian nuevos vuelos internacionales, incluyendo desde España vía el aeropuerto internacional de Samaná, inversiones adicionales energéticas a cargo del Consorcio Energético Punta Cana – Macao y otros proyectos a ser financiados por los principales grupos bancarios del país.
El turismo viene presentando cifras impresionantes en su crecimiento, tanto en número de visitantes como en número de vuelos internacionales y aportes económicos.
El sector privado, incentivado por las bondades del negocio y de un apoyo oficial, ha sido el motor principal de este crecimiento, mostrando así la funcionalidad de una economía de mercado.
Pero por ello, el Estado no puede descuidar su deber de proporcionar la infraestructura de apoyo necesaria, como el caso de una autopista viable que comunique Santiago con Puerto Plata, el tratamiento y disposición de aguas negras en los principales polos, peajes razonables para el uso de diferentes vías de comunicación, líneas de trasmisión eléctrica mejoradas, acueductos que provean agua potable, entre muchas otras.
No dejemos la cenicienta de la economía dominicana sola, ni en promesas y pronunciamientos: procuremos un acompañamiento real de las iniciativas públicas necesarias ejecutadas con la necesaria trasparencia, con las privadas para asegurar el éxito de nuestra industria sin chimeneas.