Buena señal contra el culto de Estado

Buena señal contra el culto de Estado

Buena señal contra el culto de Estado

Jesús Díaz

La exhortación del presidente Abinader a los servidores públicos, a no colocar la foto del presidente en sus despachos, es una buena señal en medio de un país donde el culto a la personalidad sobre todo en el tren gubernamental, desde ‘’Trujillo el grande’’ hasta el día de hoy, era una aberración que alimentaba el estilo autoritario y se institucionaliza en todas las dependencias Estatales.

Romper con esa veneración indebida y exagerada es también romper con un estilo impuesto desde la dictadura, donde lo autoritario y despótico estaba asociado al totalitarismo; donde el culto a la figura presidencial es una especie de culto de Estado.

Las comparaciones pueden ser injustas, y hasta no deseadas, pero los funcionarios que hemos tenido (en su fórmula lingüística) ha habido un halago de dulzura y esplendor que nunca ha faltado en torno a la figura presidencial, llevándolo a comparaciones inimaginables, tales como: ‘’Padre de la Patria Nueva’’, ‘’Padre de la agricultura’’ , ‘’Padre de la democracia’’, ‘’Padre del Sur’’, ‘’Padre de la educación’’; » Maestro, líder, guía y perínclito de Villa Juana» y el Pegasus aquel donde el presidente aparecía cabalgando en el espacio sideral.

El elogio desmesurado, la atribución alocada de virtudes y méritos se vuelven casi un arte, el arte de la lambisconería mezclada con el cálculo oportunista y despreciable, donde el ‘’manda más ‘’termina creyendo lo que le dicen, y dueño de la suprema sabiduría. El presidente es un servidor público no un monarca que requiere de manifestaciones de culto y veneración.

Queda pues, que esta nueva señal sea asumida por los funcionarios del nuevo gobierno, donde la única reverencia que debamos rendir los ciudadanos en las instituciones públicas sea a los Padres de la Patria.