Renaldo Bodden
Ahora que hay cierto revuelo por la inoperancia de la mayoría de los clubes, que no son deportivos ni culturales, en el fin de semana disfruté de un reencuentro que tuvo como eje central el relanzamiento del Club Ozama, antiguo Club Merlin.
La tormenta Érika transformó un amplio programa y trasladó hacia el polideportivo de la Fuerza Aérea el II Clásico de Maxibaloncesto Ozama USA-RD 2015, coordinado por un eficiente comité que encabezó Manuel -Milito- Rodríguez.
Hubo un fiestón en Sans Soucí y más baloncesto el domingo en el Club Ozama, hermosamente remozado por el Ministerio de Deportes, ahora presidido por Daniel Dayeh, a casa llena. Lamentablemente los “drinks” han suplantado colegios y canchas.
El comandante de la Fuerza Aérea de la República Dominicana, mayor general piloto Elvis Féliz Pérez, asistió y emitió un conmovedor mensaje de vida, y recordó que hace 30 años salió desde una casa del ensanche Ozama, la de su tío Valentín Pérez Terrero, hacia la Academia Militar, sin abolengo ilustre, y hoy alcanza el puesto cimero de la FARD.
Se rindió honor póstumo a Candelario Hidalgo, Francisco Santana y don Fausto Ramírez y se destacó la presencia de tantos ozameros distinguidos: Miguel Cruceta, Narciso Wessin, Guido Gómez Mazara, Generoso Montero (jugadores), así como Elías Wessin Chávez, Ramón Soto, Milton Pinedo, José Andrés Hernández, Fausto Severino, Néstor Ramírez, uff!!!, perdón, no caben todos, son muchos y buenos ciudadanos.
Este intenso encuentro de fin de semana me hace pensar que estamos a tiempo de rescatar los clubes barriales.
