Tras este lunes definitorio, en vez de rezongar que “faltan gentes” o intrigar sobre grupismo peledeista, ¡deberíamos estar aplaudiendo! Es algo nunca antes hecho tener quince imputados, casi todos arrestados y sometidos a la Justicia, por la investigación del caso Odebrecht iniciada en diciembre por la Procuraduría General.
No hay precedentes, apunta ciertamente Jean Alain Rodríguez, por las posiciones de poder de los acusados y los enormes valores envueltos en los ilícitos que juzgarán. Con sobornos admitidos por US$92 millones, faltan las sobrevaluaciones. Son quince reos de soborno, desfalco, negocios incompatibles con la función pública y enriquecimiento ilícito, entre otros graves delitos y crímenes penales.
Los documentos incriminatorios llevaron al procurador a solicitar 18 meses de prisión preventiva para cada imputado. Pidió procesar el caso como “complejo”, dado su entramado y diversidad de ilícitos y personas, complicación documental y ramificaciones extranjeras.
Quienes crean que de ahí no pasa quizás sean los mismos que dudaban lo ocurrido ayer. Debemos seguir exigiendo y presionando, con reverdecida buena voluntad. ¡Quizás veamos cosas mayores!