Britney Spears dio un paso adelante en su camino para liberarse de lo que ella califica como una situación de «esclavitud».
La Corte Superior de Los Ángeles permitió que la cantante estadounidense pueda elegir a su propio abogado, un cambio sustancial en la tutela legal que controla su vida desde hace más de 13 años y a la que la cantante quiere poner fin.
La resolución se produjo este miércoles, día en que la estrella del pop se dirigió a un tribunal por segunda vez en menos de un mes.
A partir de ahora, Spears estará representada por Mathew Rosengart, un abogado que ha llevado casos de celebridades como Sean Penn o Steven Spielberg y que tendrá como primer objetivo sacar a Jamie Spears, padre de la artista, de la tutela.
El hecho de que la artista pueda contratar a su propio representante pone en duda la validez de la propia tutela legal, un mecanismo reservado para personas gravemente incapacitadas y que se supone que no pueden hacerse cargo de si mismas.
Spears fue más allá y anunció que quiere demandar a su padre por «abuso».
Qué pasó este miércoles
El mes pasado, la cantante hizo una dramática súplica para poner fin al acuerdo que está en vigor desde 2008.
Este miércoles, en una nueva audiencia, Spears repitió su petición en una emotiva declaración en la que solicitó que se presenten cargos contra su padre por «abuso».
«Estoy aquí para presentar cargos. Estoy enfadada y recurriré a eso», dijo la cantante, dirigiéndose al tribunal a distancia a través del teléfono de un abogado.
«Ustedes están permitiéndole a mi padre arruinarme la vida. Tengo que deshacerme de él y acusarlo de abuso».
Cientos de manifestantes se congregaron en la puerta de los juzgados de Los Ángeles para reivindicar la libertad de la artista, cuyo caso ha dado la vuelta al mundo tras su declaración del 23 de junio en la que aseguró que no es feliz y que vive en un régimen de «esclavitud».
«Asustada»
La cantante insistió este miércoles en que su prioridad es sacar a su padre de la tutela que gobierna sus asuntos personales y financieros.
En sus palabras hacia la jueza, Spears dijo que no quiere someterse a una «estúpida» evaluación médica y que le parece muy bien que la co-tutora Jodi Montgomery permanezca en su puesto.
«Solo quiero que entienda cuánto tiempo me han quitado al forzarme a hacer estos tests psicológicos que no arrojan ningún resultado».
Y agregó que tiene «serios problemas de abandono» por su padre.
«Señora, eso no es abuso, eso es [palabra ofensiva] crueldad», enfatizó. «Perdón por mis palabras, pero es la verdad».
La cantante también dijo que se siente «extremadamente asustada» de su padre, que es un alcohólico en recuperación, y que le daba miedo que apareciera «borracho en cualquier parte» y la avergonzara.
La controvertida tutela
Spears, de 39 años, lleva bajo el control de su padre desde 2008, cuando preocupaciones por su salud mental llevaron a su progenitor a pedirle al tribunal la tutela legal sobre la vida de su hija.
El mes pasado, una jueza rechazó la petición de la estrella del pop de retirar a su padre de la tutela.
La jueza Brenda Penny dijo entonces que no podía adoptar una resolución hasta que la cantante no presentara una petición formal de poner fin al acuerdo.
El fallo de este miércoles forja el camino para que el nuevo abogado de Spears, Rosengart, asuma la compleja batalla legal.
Rosengart sustituirá a Samuel Ingham, el abogado designado por el tribunal que representó a Spears desde 2008 hasta que la semana pasada se retiró del caso.
Según una exclusiva del diario The New York Times, este abogado habría ganado más de US$3 millones desde 2008 y fuentes cercanas al caso han denunciado que Ingham ha sido más fiel a los intereses del padre que de la propia cantante.
La semana pasada, la madre de Britney, Lynne Spears, solicitó que su hija pudiera escoger a un abogado: «Ahora, y en los últimos años, la persona tutelada es capaz de cuidar de sí misma y, de hecho, dentro de los parámetros de la tutela, ha ganado literalmente millones de dólares como celebridad internacional», argumentó.
En declaraciones realizadas a las afueras del tribunal, el nuevo abogado de Spears dijo: «Jamie Spears debe ser retirado como tutor porque va en el mejor interés de la tutelada».
«Nos moveremos rápida y agresivamente para que lo retiren», añadió. «La pregunta sigue siendo por qué está involucrado. Debería retirarse voluntariamente».
Rosengart elogió el «valor, pasión y humanidad» de Spears y calificó su testimonio como «claro, lúcido, poderoso y convincente».
Qué dicen los abogados del padre
Jamie Spears es actualmente la única persona a cargo del patrimonio de su hija valorado en US$60 millones.
Pero sus abogados niegan que sea responsable de las restricciones aparentemente impuestas sobre la vida privada de su hija.
La cantante, madre de dos, indicó en la audiencia del mes pasado que quiere casarse con su novio y tener otro hijo, pero que la tutela no se lo permite.
Alegó que no le permitieron la retirada de un dispositivo intrauterino (DIU) para asegurarse de que no se queda embarazada.
Si bien su padre supervisa su patrimonio desde hace 13 años, su equipo legal dice que no ha estado a cargo de los asuntos personales de la artista desde septiembre de 2013, cuando dejó ese papel por enfermedad.
Fue sustituido temporalmente por Montgomery, la co-tutora y cuidadora de la cantante.
Los abogados del padre dicen que el hombre está «preocupado» por el bienestar de su hija y solicitaron que se abra una investigación para establecer la veracidad del testimonio de Spears.