Puerto Príncipe.- Con armas ilegales, machetes, cócteles molotov e, incluso, con botellas y trozos de maderas, jóvenes haitianos salen en brigadas, regularmente por las noches, a intentar defender las entradas de sus barrios de los sangrientos ataques de las bandas que controlan gran parte del deprimido país.
Por lo general visten de negro y acampan en rincones estratégicos. Son jóvenes de entre 15 y 40 años, en su mayoría de sexo masculino, que quieren defenderse a sí mismos y al barrio en el que crecieron.
Desde el agravamiento de la crisis de seguridad en Haití, las brigadas de vigilancia han vuelto a varios barrios de Puerto Príncipe y a algunas provincias para enfrentar los ataques armados.