Desde el origen de la práctica deportiva en el país, el dominicano tuvo dos grandes aficiones: el béisbol y el boxeo, ambos, en sus vertientes profesional como amateur.
El pugilismo perdió protagonismo a manos del baloncesto, probablemente, a partir de la medalla de oro obtenida en el Centrobasket de 1977 en Panamá, seguida de la explosión que despertó el torneo del Distrito Nacional, cuyo furor se replicó en muchas capitales provinciales.
En la caída del boxeo pudieron influir factores, como el fracaso en alcanzar títulos mundiales de un bastión de gladiadores que arrancó la locura de la afición en los años 70, como el welter Fausto –Ceja- Rodríguez (gran ídolo que pereció en un accidente en 1977), el welter junior Miguel Montilla, el ligero Héctor Julio Medina, el peso mosca Ignacio Espinal…
Igual que los citados, Ezequiel –Cocoa- Sánchez, Carlos –Caja de Bolas- Gil, Fermín –Moreno- Guzmán, Jesús -Pecho- Castro, Pablito Jiménez y más, no pudieron alcanzar la supremacía mundialista e impidió que Santo Domingo lograra la categoría de plaza internacional del boxeo.
Quizá ese fracaso pudo apartar al promotor José Tamariz Cerda, que junto a Pedro Julio Evangelista catapultó el boxeo, cuyas carteleras con frecuencia colmaban el Palacio de los Deportes. Pero tal protagonismo de los 70 jamás fue lo mismo, a pesar de los esfuerzos que continuó Evangelista hasta finales de los 90.
En esta tercera década del Siglo XXI, el béisbol y el básquet son supremacía entre la afición dominicana a los deportes. Y desde hace tiempo, la de baloncesto es la selección nacional que más pasiones levanta, excepto la del Clásico Mundial de Béisbol, instaurado en 2006 y del que fuimos campeones invictos en 2013. Ambas superan por mucho el arrastre de las “Reinas del Caribe” del voleibol.
El tema boxeo viene a cuento luego de la hazaña sin precedentes para República Dominicana, lograda la noche del sábado 20 de este agosto en Miami por Alberto Puello (welter junior, 140 libras) y Héctor García (ligero junior, 130), de consagrarse campeones mundiales en el mismo cartel. Y como aderezo al hecho histórico, ambos monarcas por la AMB (Asociación Mundial) provienen de la misma provincia: San Juan.
Otro detalle sorprendente de la hazaña es que, con “la Avispa” Puello es la primera vez que RD cuenta con un campeón en las 140 libras, lo cual resulta sintomático, tomando en cuenta que por décadas la selección nacional ha contado con recios peleadores de las 139, la división homóloga en amateur.
Puello y García se suman al peso mosca ligero Erick “Mimi PacMan” Rosa (AMB), para ser la primera vez que RD cuenta al mismo tiempo con tres monarcas mundiales regulares. Lo que está difuso es la cantidad de histórica de campeones del orbe con que ha contado el país, por el “invento” registrar “campeones interinos”, que no son tales.
A Puello, García y “Mini PacMan” se les desea que tengan un buen manejo y consigan defensas con grandes bolsas que les permitan asegurarse el futuro, porque nuestros campeones suelen ser efímeros. Tampoco se vislumbra una época como la de los 70 ni que el boxeo se equipare en aceptación al béisbol y al baloncesto.