Londres.- El músico británico David Bowie, fallecido el domingo a los 69 años, reveló hace más de un año a sus colaboradores más cercanos que padecía cáncer de hígado, según declaraciones del director teatral belga Ivo van Hove que recogen hoy los medios británicos.
Van Hove, que trabajó con Bowie en el musical “Lazarus”, estrenado el 7 de diciembre en Nueva York, afirmó que el músico continuó escribiendo “como un león” hasta los últimos días y trató de mantener en secreto, excepto para su círculo más cercano, una enfermedad de la que todavía no se conocen detalles de forma oficial.
“Me dijo hace más de un año y tres meses que tenía cáncer de hígado, justo después de que se lo hubieran dicho a él. Me lo contó porque sabía que no iba a poder estar siempre disponible”, explicó van Hove a la cadena de los Países Bajos NOS.
Bowie estaba “muy frágil físicamente, no mentalmente”, durante los últimos ensayos de la obra y “se derrumbó por agotamiento” tras el estreno, a pesar de que poco antes se había mostrado jovial y “los periódicos escribieron que tenía muy buen aspecto”, señaló el director.
Wendy Leigh, autora del libro “Bowie, the Biography” (“Bowie, la biografía»), publicado en septiembre de 2014, afirmó por su parte a la cadena BBC que el músico padecía otros problemas de salud. “Físicamente, no solo tenía que batallar con el cáncer.
Como si eso fuera poco, también padeció seis ataques al corazón en los últimos años. Sé esto por alguien muy cercano a él”, afirmó.
El músico Brian Eno hizo público por su parte el último correo que le envió Bowie, que terminaba con la frase- “Gracias por todos los buenos momentos, Brian, nunca se pudrirán».
“Ahora me doy cuenta de que ésa era su forma de decir adiós”, dijo Eno al “Daily Mail”, que relata cómo el músico envió en las últimas semanas diversos mensajes de agradecimiento a personas cercanas que todavía no conocían que estaba enfermo.
Tony Visconti, productor del último disco de Bowie, “Blackstar”, que salió a la venta el viernes, aseguró asimismo que conocía la situación del músico desde hace un año.
El tema “Lazarus”, que Bowie abre con la frase “Look up, I’m in heaven” (“Mira hacia arriba, estoy en el cielo»), es uno de los sencillos de un álbum que el artista británico hizo como un “regalo de despedida”, según Visconti.