Boulsicat

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Mi lector Remny Boulsicat, extrañado porque políticos dominicanos vociferan que no corresponde a nosotros solucionar los problemas haitianos, repite un viejo mensaje: “Ustedes, dominicanos, son los haitianos de Puerto Rico, Nueva York y España.

Por experiencia, deberían entender que adonde emigran, harán todo lo que las autoridades permitan.

Si les dejan entrar indocumentados fácilmente; trabajar irregularmente con protección legal; asentarse y transitar sin molestias; usar servicios públicos; reclamar que les resuelvan su estado de indocumentados de origen, ¿no harían los dominicanos allá exactamente lo mismo que los haitianos aquí?

La pobreza facilita la ilegalidad migratoria. Nosotros, europeos que residimos aquí, para abrir cuentas bancarias, alquilar piso o comprar inmuebles, dedicarnos al comercio o alguna profesión, debemos demostrar que residimos legalmente o poseemos calidad legal, alguna identificación.

Pero el haitiano común radica aquí en un submundo de ilicitudes, desde que soborna en la frontera para entrar o se escabulle.

¿Cómo culparlos por aprovechar la corrupción o laxitud dominicana? Emigrantes dominicanos o españoles harían igualito, o más, si los dejaran”. ¡Cuántas verdades, cojollo!



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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