El año pasado los bonos portugueses estuvieron rezagados dentro de la zona euro y en 2017 se presenta bastante pobre.
El director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, dijo la semana pasada que los mercados están “nerviosos” por el nivel de deuda, el sector financiero y la competitividad de Portugal.
Los rendimientos portugueses habían caído lo suficiente para indicar que estábamos muy lejos de la época de los rescates de 2011-2014.
Si bien los bonos tuvieron algunos meses malos en todo el mundo, los de Portugal muestran una particular tensión.
Los acontecimientos recientes justifican la preocupación por la capacidad de Portugal para recurrir al apoyo de la Troika del Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
El gobierno no se hace ningún favor al alejarse de la senda de la austeridad. Portugal fue un caso emblemático de ajuste fiscal durante sus tres años en terapia intensiva durante el anterior gobierno.