Los incendios forestales en Bolivia, que ya fueron declarados "emergencia nacional", y la sequía golpean con fuerza a la Chiquitania.
La Paz.– El Gobierno de Bolivia emitió una alerta sanitaria por la contaminación ambiental ocasionada por los incendios forestales que también afectó este domingo a las operaciones en algunos aeropuertos en el oriente y el norte amazónico del país.
El presidente del país, Luis Arce, informó en sus redes sociales sobre esta decisión tomada “para precautelar la salud de la población boliviana” ante “los altos niveles de contaminación ambiental producto de los incendios registrados en los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y La Paz».
“Adoptamos esta medida para proteger la salud de la población y reducir los efectos adversos que afectan principalmente a las personas con enfermedades crónicas, niñas y niños, mujeres embarazadas y adultos mayores”, sostuvo el gobernante.
Según Arce, los “Equipos de Respuesta Rápida (del Ministerio de Salud) han sido oportunamente desplazados a los municipios afectados” para asistir a pobladores de las zonas afectadas y también a bomberos y voluntarios “que trabajan incansablemente para mitigar el fuego”, con 6.162 atenciones médicas en Santa Cruz, Beni y Pando.
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En la víspera, la ministra de Salud, María Renée Castro, explicó que la decisión responde a que “de manera muy pronta” se pasó a tener una “contaminación bastante elevada”, incluso con un departamento boliviano que llegó a tener un índice de contaminación ambiental (ICA) “extremadamente malo».
Ese ministerio emitió un instructivo para los Servicios Departamentales de Salud (Sedes) para un monitoreo diario del ICA que permita tomar acciones acordes con ese índice y reducir la exposición de la población al aire contaminado.
Entre las acciones sugeridas está el uso de mascarillas y gafas para reducir la probabilidad de afectaciones en la salud y tomar las “previsiones correspondientes” para cuidar a los escolares. Además, sugirió evitar las actividades al aire libre y recomendó que, de ser posible, los grupos vulnerables permanezcan en casa, entre otros.
Los incendios son un problema recurrente en Bolivia, donde en 2019 el fuego arrasó más de 5 millones de hectáreas, lo que se consideró como uno de los más graves desastres ecológicos en la última década.
El fuego se atribuye en muchos casos a los llamados ‘chaqueos’, las quemas controladas practicadas en las zonas agrícolas para la habilitación de las tierras para la siembra o el pastoreo.
El humo afecta directamente a los municipios donde hay incendios, pero también ha llegado a las capitales regionales y en los últimos días ciudades como Santa Cruz, Cochabamba, La Paz o Cobija tienen sus cielos cubiertos por la humareda y reportan mala calidad del aire.
A causa de la humareda registrada en Santa Cruz, la ciudad más poblada del país, el sábado en la noche y hasta hace unas horas la estatal Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol) suspendió los despegues en el Aeropuerto Internacional de Viru Viru, el principal de Bolivia, aunque se reanudaron a las 8-00 locales (12-00 GMT).
Esta mañana Naabol también dispuso suspender los despegues y aterrizajes en el aeropuerto de Alcantarí que sirve a Sucre, la capital constitucional de Bolivia, y en las terminales aéreas de las ciudades amazónicas de Riberalta, Guayaramerín, Rurrenabaque, Trinidad y Cobija.
El sábado el Gobierno de Arce declaró la “emergencia nacional» para agilizar la coordinación interna y la llegada de apoyo internacional para combatir los incendios que hasta el momento han arrasado con 3,8 millones de hectáreas de bosques y pastizales, según datos oficiales.