Bolivarismo vs. bolsonarismo

Bolivarismo vs. bolsonarismo

Bolivarismo vs. bolsonarismo

“No queremos una América bolivariana como hace poco existía en Brasil”´, dijo el presidente brasileño Jair Bolsonaro en Davos.

Es muy difícil no coincidir con él. Sobre todo si se observa lo que queda del socialismo del siglo XXI y del bolivarismo.

Sufrimiento, corrupción, crisis, hambre, exilio, dictadura y represión en la sufrida Venezuela; dictadura, represión , asesinato de estudiantes y corrupción en Nicaragua; gente que robó y está en la cárcel como en Brasil y otra que también robó ,y mucho más, que aun no lo está como en Argentina.

Bolivia se mantiene más o menos presentable, pero despierta muchas suspicacias la pretensión de Evo de seguir en el poder por encima de la Constitución y lo que sea.

¿Teme a que se destape la olla? ¿Que no quiere que se descubra? Después está el gobierno del Frente Amplio en Uruguay, cuyo apoyo a Maduro no mengua – actitud que también genera cada vez mas suspicacias-, y el inefable López Obrador, que aferrado a viejas costumbres mexicanas en la materia se subió o se bajó del carro. Eso nunca se sabe.

Dijo Bolsonaro, además, que “la izquierda no prevalecerá en esta región, lo que es muy bueno en mi opinión, no solo para América del Sur, sino también para el mundo”. Y si la izquierda son Maduro, Diosdado Cabello, Rafael Correa, Lula, Daniel Ortega, Cristina Kirchner, Evo Morales y los Castro, decididamente es bueno que no prevalezca.

¿Qué en su lugar, entonces? Aquí es bueno recordar lo que decía Bernard Shaw: “Sí, soy vegetariano, pero eso no quiere decir que me coma cualquier zanahoria”.

Ni bolivarismo ni bolsonarismo. ¿ Me parece?

El bolsonarismo no existe, se dirá y es así. Pero hay que estar atentos.

La cuestión es no caer en maniqueísmo. Dejémoslos para los que se les acabó la beca y el subsidio, como el Foro de Sao Paulo o la Cuba, con el escandaloso negociado de « los médicos” y todos aquellos que siempre se prenden de la teta.

Que hagan su campaña, aun en casos sorprendente como el señalamiento hecho por una ONG por la flexibilización del régimen de tenencia de armas. Muy rebuscado, muy traído de los pelos. Se pierde seriedad. Lo que Bolsonaro propone es un régimen que está vigente y más flexible aun en muchísimos países. Está en la Constitución de los EE. UU. y si bien ahora eso pasó a ser malo, fue ejemplo de hasta dónde de profunda era esa democracia en que el pueblo tiene derecho a estar armado, incluso para hacer caer a un gobierno que pierde legitimidad.

El derecho a hacer la revolución, como lo ponían de ejemplo los fanáticos castristas cuando Fidel desechó cualquier tipo de elecciones. Un pueblo armado no las necesita , decían,.

En Uruguay había un régimen bien flexible en la materia, el que se restringió un poco años atrás con la férrea oposición de Eleuterio Fernández Huidobro, jefe Tupamaro, senador del Frente Amplio y ministro de Defensa Nacional durante los gobiernos de José Mujica y de Tabaré Vázquez. No recuerdo las protestas de las ONG.



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