“Bocinas” que se convierten en velloneras, y por dinero, tocan la música que te guste

“Bocinas” que se convierten en velloneras, y por dinero, tocan la música que te guste

“Bocinas” que se  convierten en velloneras, y por dinero, tocan la música que te guste

Rafael Ramírez Ferreira

Porque: Quizás en realidad, sea mejor,

Vivir a lo Carpe Diem.

 

Pelear con ratas dentro de su

Habitad, se parece mucho a Suicidarse

Repetitivos como si fuéramos loros, así quieren que seamos y así tenemos que ser, si en realidad queremos sacar la basura de la casa y exponerla sin disfraz alguno. Somos un pueblo sin resiliencia alguna pero si, “solidario” y apegado a las migajas y a las “ñapas”, como está demostrado en nuestro diario vivir. Un pueblo pendejo, manipulable, desconocedor de que la esencia humana radica en el cambio calculado, pausado y pensado en detalles, porque de lo contrario, fácilmente, ese cambio nos puede llevar al abismo.

Es mejor ser empleado público que privado. Vaya usted a ver que incongruencia, cuando los llamados a producir bienes y servicios, tienen que trabajar para mantener el clientelismo político con vagos, un “tigueraje” politiquero y los aprovechados “pobres padres de familia”, que en base a chantaje, un gran porcentaje de los mismos, vive mejor que la clase media, aquella que se levanta de madrugada para estar a tiempo en sus trabajos porque la  “pobre clase de choferes”, ha creado un pandemónium en el tránsito. “Cosas veredes Sancho”.

La entropía que nos acogota desde hace unas décadas, es inobservada por una clase denigrada, muy leída y por igual acomplejada en sus creencias como parte de una izquierda desfasada pero, que domina los medios de comunicaciones, tanto escritos como impresos. Es esa clase con un discurso de barricada obsoleto, la cual se ha vendido a los mejores postores de la aburguesada derecha y que reciben el nombre de “bocinas”.

Manipulan verdades a su conveniencia tergiversando hechos y elaborando escritos laudatorios al mejor postor. Esa clase dominadora de falencias que de tanto proclamarla, hasta ellos mismos se llegan a creer, abrogándose a descartar todo aquel que no provenga de sus orígenes. Es la razón por la cual,   en nuestros medios, no pasa un día sin que veamos el cómo defienden todo lo que venga de esas dictaduras que provienen de un mal llamado socialismo pero, que a ellos les da por llamar democracias, en tanto, aquí, hacen mutis ante una real e insensible dictadura, que ha logrado aglutinar a su alrededor en base a dinero, lo mejor y lo peor de esta sociedad, tal como aconteció cuando la era, “era era”.

Ocurren hechos, que para muchos resultaría paradójico, pero no viniendo de “las bocinas”, las cuales su comportan como las velloneras, que para escucharlas, hay que entrarles monedas y mientras más les introduzcas, más música de la que te guste escucharas. Y es que al parecer, “ellos” miran con los oídos y quizás escuchen por los ojos y el tacto con el señor dinero, porque en los primeros, los objetos les llegan al mismo tiempo por efecto de la velocidad de la luz y, en los segundos, les llega el sonido en estéreo, debido a la baja velocidad del sonido. Pero, benditas sean todas las bocinas, aun aquellas que sirven de testaferros y que se abrogan el derecho hasta de descalificar a otros que no se les unen en la defensa de esta dictadura.

Ahora han articulado una campaña cual si fuera una obra teatral pero, de muy mal gusto. Pretenden recrear algo así como  la última emperatriz China llamada Cixi, la única mujer que dirigió China y cuya forma de vida no tuvo parangón en el mundo pero, les aseguro, que si llega, esa Emperatriz, le quedará corta. Virgencita, cuídanos de esta peste corrupta que sabe utilizar su pluma para engatusar este pueblo y para hacerse millonarios sin resquemor alguno en su conciencia. ¡Sí señor!

 

 

 

 



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