Nueva York.-El senador estadounidense por Nueva Jersey Bob Menéndez, uno de los políticos latinos más reconocibles dentro del Partido Demócrata, fue declarado ayer culpable por un jurado de todos los cargos de soborno y corrupción (16 en total) por los que estaba acusado en un juzgado de Nueva York.
La sentencia que dicte el juez se conocerá el próximo 29 de octubre, según declaró el magistrado Sidney Stein.
El senador nunca quiso llegar a un acuerdo de culpabilidad, que podría haber reducido su pena, de un máximo de 20 años, y presentó los regalos recibidos como algo natural en la actividad de un político.
Menéndez, hijo de inmigrantes cubanos, entró en el Senado en 2006 y desde allí se convirtió en uno de los políticos más identificados con las causas latinas, alcanzando notoriedad como defensor de los inmigrantes.
Había llegado a ser presidente del influyente Comité de Relaciones Exteriores del Senado, un cargo que tuvo que abandonar cuando se conocieron los graves cargos que se le imputaban y que incluían el pago con lingotes de oro y automóviles de lujo por parte de intermediarios que trabajaban para Egipto y Catar.
Sin embargo, no renunció a su escaño en un Senado donde su partido tiene 50 de los 100 asientos y donde conserva la mayoría gracias únicamente al voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris, por lo que su condena y previsible inhabilitación puede complicar las cosas al Partido Demócrata en una coyuntura política cada vez más difícil.
Menéndez se casó con Nadine en 2020. Está acusada junto a él. Su juicio fue pospuesto indefinidamente por razones de salud.
Otros casos
En 2014 el FBI lo investigó por su posible relación con fugitivos ecuatorianos acusados de malversación; poco después fue acusado de aceptar pagos irregulares a su campaña de un rico oftalmólogo de Florida.
Durante la investigación se encontró medio millón de dólares en efectivo que guardaba dentro de su ropa colgada en un armario.
Los regalos de Bob
— Agente
La Fiscalía había acusado a Menéndez, de 70 años, y a su esposa, Nadine, de aceptar regalos millonarios por parte de Egipto y Catar para que los ayudara mientras estuvo en el cargo; y lo consideraban como “agente extranjero”.