Washington,.- El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el nuevo primer ministro de Haití, Garry Conille, se reunieron este martes en Washington para abordar el despliegue de la misión multinacional liderada por Kenia en el país caribeño para combatir a las bandas armadas.
“El secretario reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la misión y el pueblo haitiano”, explicó el Departamento de Estado sobre la reunión, en la que también estuvo presente la nueva ministra haitiana de Exteriores, Dominique Dupuy.
En el encuentro, el jefe de la diplomacia estadounidense también destacó la importancia de que se celebren “elecciones libres y justas” en Haití una vez el país haya regresado a la calma. Conille, quien asumió el poder en junio como parte de un Ejecutivo de transición, agradeció al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por el apoyo de su Gobierno a Haití.
“Creemos que los próximos días y meses serán bastante interesantes, pero confiamos en que con el establecimiento del Consejo Presidencial y del nuevo Gobierno podamos afrontar los retos que tenemos”, expresó el primer ministro. Un contingente de 400 policías kenianos, de un total de 1.000 agentes comprometidos, llegó a Haití la semana pasada para apoyar a la Policía del país a frenar la violencia de las bandas armadas, que controlan un 80 % de Puerto Príncipe, así como otras zonas del país.
La misión fue aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU en octubre de 2023 y cuenta con un fuerte apoyo financiero de Estados Unidos, que a su vez ha pedido a sus aliados que hagan sus aportaciones.
Con la llegada del primer contingente se dan los primeros pasos para cumplir los objetivos del Gobierno de transición instalado en Haití, que comienzan por restablecer la seguridad para permitir que más de 500.000 personas puedan regresar a sus hogares, organizar la recuperación del país y avanzar hacia la celebración de elecciones lo antes posible.
El año pasado, la violencia de las bandas armadas causó 8.000 víctimas en Haití, donde las bandas criminales han llegado a controlar un 80 % de la capital, Puerto Príncipe, así como otras zonas del país, según cifras de la ONU.