NUEVA YORK.- Durante unas pocas horas del jueves pasado, fue una mañana relativamente normal para Jrue Holiday y sus compañeros de los Portland Trail Blazers.
La mayoría de ellos habían apagado sus teléfonos con la esperanza de dormir hasta tarde después de la
derrota en el partido inaugural de la temporada contra los Minnesota Timberwolves.
El mayor problema al que se enfrentaba Holiday era si sus hijos le dejarían dormir más allá de las 8 de la
mañana
Pero cuando llegó la mañana y revisó su teléfono, supo que nada en esta temporada volvería a ser normal. Para ninguno de ellos.
Su entrenador, Chauncey Billups, el miembro del Salón de la Fama que había estado guiando a Portland en su reconstrucción durante las últimas cinco temporadas, se encontraba bajo custodia federal.
Billups había sido arrestado por el FBI en una redada al amanecer en relación con una investigación federal sobre partidas de póker amañadas y estaba implicado en otra investigación sobre apuestas ilegales en partidos de la NBA.
La noticia estaba por todas partes.
Holiday no tenía una larga historia con Billups, pero pensaba que conocía lo suficientemente bien a su
entrenador.
Hace dos años, después de que Holiday fuera traspasado a Portland desde los Milwaukee Bucks en un
importante acuerdo por Damian Lillard, Billups lo llamó para decirle que le encantaría tener a Holiday
como líder veterano en el equipo mientras comenzaba su reconstrucción.
Pero también quería saber qué pensaba y sentía Holiday.
Holiday había ganado un campeonato con los Bucks en 2021 y, a los 33 años, seguía siendo un jugador de gran impacto.
Holiday le dijo a Billups que prefería estar en un equipo aspirante al título, y los Blazers trabajaron con él y sus representantes para encontrar un traspaso (finalmente a los Boston Celtics).
Agradecido
El gran favor
“Chauncey me hizo un gran favor la primera vez que me traspasaron aquí, simplemente por ser capaz de ver las cosas desde mi perspectiva y preguntarme qué quería”, dijo Holiday esta semana.
