Zurich.- Los dos dirigentes más poderosos del máximo órgano futbolístico del mundo fueron suspendidos el lunes de toda actividad relacionada con el fútbol durante ocho años por el Comité de Ética de la FIFA debido a un escándalo de corrupción.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y quien fue alguna vez su protegido, Michel Platini, el titular de la UEFA, fueron expulsados del deporte por conflicto de intereses y otras violaciones relacionadas con un acuerdo de pago de 2 millones de dólares que también es objeto de una investigación penal en Suiza.
En una desafiante conferencia de prensa poco después de que se anunció el veredicto, Blatter dijo que apelaría su suspensión ante el comité de apelaciones de la FIFA y luego ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
“Pelearé hasta el final”, declaró Blatter, y agregó: “Voy a luchar por mí y voy a luchar por la FIFA. ¿Suspendido durante ocho años por qué?”.
Luciendo una curación en la mejilla derecha tras un procedimiento médico menor al que se sometió cinco días atrás, el dirigente suizo invocó a Nelson Mandela, Martin Luther King y las Naciones Unidas durante una vigorosa actuación que duró 52 minutos frente a la prensa internacional, en la cual sus últimas palabras fueron: “Regresaré.
Gracias”. “No estoy avergonzado”, sostuvo. “Lamento ser una pelota para golpeo. Lo siento por el fútbol…” Por separado, Platini declaró que también planea apelar la suspensión y dijo que se trata de una “verdadera burla”.
El vicepresidente de FIFA señaló que su destino quedó sellado antes de una audiencia el 18 de diciembre y que la decisión es sólo una maniobra patética para “ocultar una verdadera intención de sacarme del fútbol mundial”.
La carrera de Blatter en la FIFA termina en desgracia después de más de 17 años como presidente y de 40 años en total con el órgano futbolístico, agobiado por escándalos.
Con el anuncio, muy probablemente terminó el intento de Platini de relevar a Blatter como presidente de la FIFA en las elecciones del 26 de febrero. Los jueces del comité dictaminaron que Blatter violó el código de ética de la FIFA en cuanto a conflictos de interés, violación a las normas de lealtad y la oferta de regalos.
Agregaron que Platini violó las normas sobre conflicto de interés y lealtad. Ambos negaron haber cometido cualquier irregularidad en 2011, cuando Platini recibió 2 millones de dólares en dinero de la FIFA, aprobados por Blatter, como salario sin contrato a cambio de trabajar como asesor presidencial de 1999 a 2002.
Blatter fue multado con 50.000 francos suizos (50.250 dólares) y Platini fue multado con 80.000 francos suizos (80.400 dólares).
“Ni en su declaración escrita ni en su audiencia personal el señor Blatter pudo demostrar otra base jurídica para este pago”, dijeron los jueces.
“Al no haber colocado primero los intereses de la FIFA y al abstenerse de hacer cualquier cosa que podría ser contraria a los intereses de la FIFA, el señor Blatter violó su deber fiduciario hacia la FIFA”, agregó.
“Se determinó que su afirmación (de Blatter) de un acuerdo verbal no fue convincente y fue rechazada por el comité”, precisó.
“Platini no actuó con credibilidad e integridad completas, mostrando falta de conciencia sobre la importancia de sus deberes, obligaciones y responsabilidades concomitantes”, añadieron los jueces.
Blatter se quejó de que la comisión consideró que Platini “es un mentiroso, y que yo soy un mentiroso, y eso es falso”. Al responder a una pregunta de un periodista, el suizo dijo en francés: “Estoy triste.
No puedo irme de esta manera. No es posible. Después de 40 años, no puede suceder de esta forma… Estoy luchando para restaurar mis derechos”.
Blatter reconoció un “error” administrativo al no registrar la deuda de la FIFA con Platini en sus cuentas durante ocho años, aunque insistió: “Esto no tiene nada que ver con las normas de ética”.
Blatter, quien cumplirá 80 años en marzo, afirmó el lunes que apelará ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo e hizo hincapié en que a pesar de la prohibición, todavía se considera presidente de la FIFA, por lo cual quiere presidir el congreso del 26 de febrero, donde su sucesor será elegido.