Recientemente el Banco Central emitió un comunicado en los principales medios escritos de circulación nacional alertando sobre el uso de monedas virtuales, en particular sobre el Bitcoin, Litecoin y Ethereum.
En ese comunicado se alertaba a la población dominicana de que estas monedas no son de curso legal y no son ni más ni menos la forma de pago definida por la Constitución de la República.
Por consecuencia, no tienen el respaldo del Banco Central que es la única autoridad monetaria responsable de emitir dinero.
Antes de entrar en detalles sobre el Bitcoin, es preciso señalar que las funciones o propiedades que tiene el dinero en una economía son las siguientes, a saber: Deposito de valor (atesora valor con el paso del tiempo), Unidad de cuenta (permite fijar el precio de los bienes y servicios) y Medio de cambio (facilita la obtención de bienes y servicio). Estas mismas funciones se aplican al Bitcoin y demás monedas virtuales.
El Bitcoin es fruto de la inteligencia artificial incorporada a una plataforma de software libre que se ejecuta sobre muchas máquinas que de manera distribuida están trabajando y soportando el software (usando una red de tipo P2P o Peer to Peer), considerándose como un sistema monetario que se regula y autorregula.
Este tipo de sistema Peer to Peer o de usuario a usuario permite romper con la intermediación que es común en todos los medios de pagos tradicionales: la necesidad de una tercera persona. Con el Bitcoin no es necesario el respaldo de un Banco Central o autoridad monetaria.
El Bitcoin es una criptomoneda (los datos del usuario son ocultos y secretos mediante claves) cuyo origen se vincula con un personaje de seudónimo Satochi Nakamoto y un grupo de programadores que, el 3 de enero de 2009, pusieron en marcha una red de Bitcoin cuyo objetivo es, a saber: conseguir, sin necesidad de un tercero de confianza, que el dinero electrónico funcione en la anonimidad y la descentralización (sin la necesidad de terceros).
Al margen de otras consideraciones macroeconómicas que hacen del Bitcoin muy volátil, lo cual genera riesgos a sus usuarios, en particular cuando se asume la función del Bitcoin como depósito de valor, esta moneda en la medida que gane confianza puede atentar con las funciones tradicionales de los Bancos Centrales y con el resto de las instituciones del sistema financiero.
En definitiva, hay que ver a las monedas virtuales como parte de esas tecnologías disruptivas producto de la inteligencia artificial. Creo que el tiempo dirá.