Bienvenidos a los conflictos

Bienvenidos a los conflictos

Bienvenidos a los conflictos

Alexis Rafael Peña.

Le parecería extraño este título. Pero es innegable que transcurre un segundo, un minuto, media hora, 45 minutos, una hora, 12 horas o un día sin la ocurrencia en el hogar, trabajo, club deportivo, iglesia, universidad, escuela, en el transporte; un conflicto. En la realización de su deporte favorito, en fin en todos los contextos del ser humano.

En plena cuaresma y cerca de la semana santa, en donde el tiempo y el momento es esencial para reflexionar, pensar y tomar decisiones importantes para el día a día en la oficina y la familia. Por lo tanto, bienvenidos a los conflictos no es solo una frase, puede convertirse en una forma de vivir con el otro/a.

Bienvenidos a los conflictos es una frase que promuevo como herramienta para utilizarlo a favor del desarrollo personal, grupal y de equipo.

El conflicto es una realidad. Tener conflicto es ser una persona viva y en capacidad de buscarle salidas satisfactorias a las realidades que en el transcurrir del día, la noche o la madrugada usted puede ser atrapado.

Atrapado en un conflicto significa que tiene una oportunidad de ofrecer su versión o ideas de lo que piensa y lo que cree. El otro o la otra, debería tener el nivel de tolerancia y capacidad de juntarse con usted y si es necesario el tercero imparcial, mediador; para dialogar y comunicar sin traspiés sus inquietudes y posibles soluciones.

Siempre está en medio del conflicto, las alternativas posibles. Pero existen algunos candados sin llaves que impiden a las personas verlas, encontrarlas y compartirlas. Ese es un trabajo del profesional de la mediación.

En donde en base a su sólida formación y capacitación comparte sus saberes con las herramientas requeridas para visualizar no a él o ella como mediador/a, sino más bien a las personas participantes en la mediación.

Como dice el refrán de comedia, los chistes no son de nadie, así que los conflictos no son de nadie y a todos nos pueden ocurrir. Pero a alguien destruyen y responsabilizan, si usted no utilizó el canal de comunicación adecuado.

Los conflictos interactúan como el agua. Si existe en abundancia y sobrepasa la tasa, envuelve a otros ajenos a ellos. En donde un posible semillero de conflictos se reproducen y se transfieren de genera a generación. Dejando luto y dolor en la familia, vecindad, condominio y en la oficina de trabajo.

 Dejemos que los conflictos sean bienvenidos, pero que cuando uno de ellos intente provocar un daño usted u otro/a, este usted en capacidad personal de asumirlos con criterios colaborativos; en donde la participación argumentativa sea la base del razonamiento de las posibles alternativas desarrolladas en el diálogo.

Los frutos, semillas y producción de los conflictos, serán desde ese momento un mecanismo de desarrollo personal y grupal para las personas.

Pues,  bienvenidos los conflictos a las personas y a la sociedad.



Alexis Rafael Peña Céspedes

Periodista, abogado y mediador certificado.