Celebramos la llegada de un nuevo año y con el muchos retos, expectativas, esperanzas, cumplimiento de promesas. Algunas personas planean proyectos y dejan su ejecución para principios de año.
Sea el que sea tu caso, los primeros días del año son esencialmente importantes.
Con la energía que empieces te da el impulso necesario para continuar.
Es vital no procrastinar, no dejar para después, no desplazar esa energía para los próximos días y comenzar según las posibilidades con ese proyecto, esa decisión, ese sueño que el año pasado no se pudo cristalizar o el nuevo que creaste.
La expectativa de cada ser humano adulto sin importar su procedencia, es sentirse bien y avanzar en diferentes aspectos de la vida (económico, social, intelectual, académico). Muchas veces se queda en deseo, otras, se toma la decisión y se logra o no, dependiendo de muchos factores no solo de nosotros.
Lo que sí podemos lograr es amar y agradecer por todo. Amar y agradecer a sus parejas sentimentales, hijos, familiares, amigos, allegados y hasta a los desconocidos. Amar todo lo que nos brinda un servicio (vehículo, enseres del hogar y oficina, plantas, árboles, experiencias aunque no sean gratificantes).
Este año del que estamos disfrutando en su primer semana, decidamos ser seres humanos más conscientes, productivos en todas las áreas que podamos, resilientes, centrados, responsables, compasivos, afectuosos, decididos.
Ensayemos este año el dejar fluir aunque dándolo todo para lograr objetivos y propósitos, además de ser felices con lo que tenemos aunque trabajando para conseguir lo que queremos.
Tengan un pleno 2022.