Bidones y cubos

Bidones y cubos

Bidones y cubos

Hugo López Morrobel

Las gráficas que publicó ayer EL DÍA, de la autoría de Alberto Calvo, donde se ubican bidones y cubos en sitios estratégicos para “evitar” que el agua se derrame sobre el tabloncillo del Pabellón de Voleibol cuando cae una “llovizna”, es una vergüenza superior al tamaño del propio Centro Olímpico.

El torneo de básket se trasladó allí porque el Palacio de los Deportes, donde se debe jugar, todavía está en peores condiciones que el de voleibol.

Dos deportes con práctica masiva en la República Dominicana cuyas principales canchas están en penoso estado físico.

Si eso ocurre en pleno corazón del Distrito Nacional, donde como dicen los residentes en el interior, “es donde hacen los cheques”, qué no sucede con las instalaciones de provincias y comunidades de menor importancia demográfica.

Y no son solo estas dos canchas que están esas condiciones, otras ubicadas en ese complejo requieren de reparaciones urgentes.

En el Palacio de los Deportes se ha gastado 100 veces más que lo invertido originalmente, sin embargo, por más parches que se pongan, es definitivamente obsoleto, tras sus 43 años de servicio continuo.



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