Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó este jueves un proyecto de presupuesto en el que pide al Congreso que apruebe una partida de 1.430 millones de dólares para reducir la inmigración procedente de Latinoamérica.
La mayoría, unos 1.000 millones, estarían destinados a ayudar a Centroamérica y otros 430 millones al resto del continente.
Así aparece en el proyecto presupuestario para el año fiscal 2024 (del 1 octubre de 2023 al 30 de septiembre de 2024) que hizo público la Casa Blanca este jueves y que suele ser visto como el inicio de las negociaciones del presidente con el Congreso, el órgano con autoridad para aprobar el presupuesto. Una de las partidas lleva el título de “Construir seguridad y prosperidad en Centroamérica y Haití».
En ella, el Gobierno de Biden pide que se destinen mil millones de dólares a abordar las “causas de raíz”, entre otras la violencia y la falta de oportunidades económicas, que provocan que millones de centroamericanos migren a Estados Unidos.
Durante su campaña a la Presidencia y cuando llegó a la Casa Blanca en enero de 2021, Biden dejó clara que su intención era trabajar con el Congreso para aprobar 4.000 millones de dólares en asistencia a Centroamérica, especialmente Honduras, El Salvador y Guatemala, para acabar con la migración forzada.
Los mil millones que pide ahora Biden son un paso en esa dirección, argumenta el texto del proyecto. Además, se solicitan 291 millones de dólares para Haití, uno de los países del que provienen gran cantidad de los migrantes que llegan a EE.UU. de manera irregular y al que Washington quiere ayudar a recuperarse de la crisis que vive en materia de seguridad, salud, economía e instituciones democráticas.
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El presupuesto incluye otra partida para implementar la llamada “Declaración de Los Ángeles sobre migración y protección” que Estados Unidos y otros 19 países del continente americano suscribieron durante la Cumbre de las Américas del año pasado.
En concreto, Biden pidió al Congreso 430 millones de dólares para ayudar a los países del continente americano a gestionar los flujos migratorios con medidas que aumenten las oportunidades para migrar legalmente, mientras que al mismo tiempo se trata de contener la migración irregular.
Además, el presupuesto contiene una petición de 40 millones de dólares para programas de ayuda a migrantes en Latinoamérica y 75 millones para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del que Washington ya es el máximo accionista.
Otra de las prioridades de Biden, según muestra el presupuesto, es aumentar las medidas de seguridad en la frontera con México, partida para la que pide una cantidad sustancial de dinero.
Específicamente, el Gobierno pide 25.000 millones de dólares para la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP), encargada de la seguridad en la frontera, y para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que gestiona entre otras cosas los centros de detención para migrantes.
También se incluye una solicitud de fondos para contratar a 350 nuevos agentes fronterizos de la CBP, 535 millones para mejorar con nueva tecnología la seguridad en los puntos de entrada en la frontera y 40 millones para la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales. El presupuesto que se presentó hoy debe ser aprobado por el Congreso y podría sufrir cambios.