El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, culpó a su predecesor, Donald Trump, por haber creado una «red de mentiras» sobre las elecciones de 2020 y acusó al republicano de tratar «de evitar una transferencia pacífica del poder» con el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Biden, del Partido Demócrata, hizo estas acusaciones este jueves al pronunciar un discurso en el Congreso por el primer aniversario del ataque desarrollado dos semanas antes de su asunción como presidente.
Biden no mencionó a Trump de forma directa a lo largo de su discurso, pero las referencias fueron hacia el expresidente.
El mandatario dijo que EE.UU. debe tener claro qué es verdad y qué no lo es respecto a las elecciones de 2020, en las que Trump buscaba la reelección y tras cuya derrota denunció fraude sin pruebas.
«Aquí está la verdad: el expresidente ha creado una red de mentiras sobre las elecciones de 2020», afirmó Biden.
«Por primera vez en nuestra historia, un presidente no solo perdió las elecciones; trató de evitar una transferencia pacífica del poder cuando una turba violenta irrumpió en el Capitolio«, agregó.
«No era un grupo de turistas. Era una insurrección armada», continuó Biden en su discurso.
«No vinieron aquí por patriotismo o principios. No al servicio de Estados Unidos. Más bien, al servicio de un solo hombre «, refiriéndose a Trump sin nombrarlo.
El exmandatario representa un EE.UU. dirigido por un «hombre autocrático», dijo.
«Eso no es lo que somos. Eso no es lo que hemos sido. Eso no es lo que deberíamos ser».
Y agregó que los estadounidenses «deben asegurarse de que eso no suceda nunca más».
El presidente criticó además a Trump porque, a su entender, «valora el poder por encima de los principios, porque antepone su propio interés al interés de su país» y pone «su magullado ego» por delante de la Constitución.
«No es solo un expresidente. (…) Es un expresidente derrotado, derrotado por un margen de más de siete millones de sus votos en unas elecciones libres y justas».
Biden dijo que no hay pruebas de que los resultados electorales sean inexactos y que los esfuerzos de Trump para difundir «la gran mentira» sobre una votación amañada fueron una acción «incorrecta» y «antiestadounidense».
También cuestionó que los miembros republicanos del Congreso que fueron elegidos o reelegidos en 2020 pueden afirmar seriamente que la elección fue manipulada.
«Parece que ya no quieren ser el partido de Lincoln, Eisenhower, Reagan y los Bush», dijo sobre otros presidentes republicanos.
«No permitiré que nadie ponga un puñal en la garganta de la democracia», concluyó. «Defenderé a esta nación».
La respuesta de Donald Trump
Desde su casa de vacaciones en Florida, el expresidente vio el discurso de Biden y luego publicó una declaración en la que acusó al jefe de Estado de hacer un «teatro político» para ocultar el «fracaso» del demócrata en la Casa Blanca.
El presidente «usó mi nombre hoy para tratar de dividir aún más a Estados Unidos», dijo Trump.
Al calificar el discurso de «teatro político» y «una distracción del hecho de que Biden ha fracasado totalmente», Trump presentó una serie de quejas con las políticas de su sucesor.
También profundizó en afirmaciones falsas sobre las elecciones de 2020.
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«Los medios cómplices simplemente lo llaman la Gran Mentira, cuando en realidad la Gran Mentira fue la elección en sí», dijo el expresidente.
«Los demócratas quieren adueñarse de este día 6 de enero para avivar los temores y dividir a Estados Unidos», agregó.
«Digo, déjenlos tenerlo porque Estados Unidos ve a través de sus mentiras y polarizaciones».
¿Un cambio de mensaje?
Análisis de Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en Washington DC
En enero pasado, Joe Biden pronunció un discurso inaugural en las afueras del Capitolio de los EE.UU. que se centró en la sanación y la unidad nacional.
Ahora, de pie en el centro del edificio casi un año después, después de que quedó claro que la nación está tan dividida como siempre, Biden dejó a un lado la retórica unificadora y apuntó directamente a Donald Trump y sus partidarios.
En algunas de las palabras más duras dirigidas a su predecesor desde la campaña presidencial de 2020, Biden condenó los continuos esfuerzos de Trump por cuestionar la legitimidad de esa elección.
No solo eso, criticó a los republicanos que continúan respaldando al expresidente y apoyó los esfuerzos nacionales para promulgar una reforma electoral para contrarrestar lo que dijo que eran intentos respaldados por Trump de socavar el derecho a voto.
Este es un año de elecciones en EE.UU., con el control del Congreso y varios estados clave en juego.
El cambio retórico de Biden también podría representar un cambio estratégico: una decisión de que la base demócrata se puede unir de manera más efectiva con ira, no con esperanza.