Lily Montaño.
Uno de los contactos físicos más importantes del ser humano. Los hay de todo tipo, fraternales, apasionados, cariñosos.
Un beso sirve para expresar desde el más sublime afecto hasta el más apasionado deseo. Sin embargo, no siempre se transmite un sentimiento al hacerlo, hay besos que quedan suspendidos en el aire como una simple salutación, un compromiso que no se puede dejar de eludir. Pero cuando hay un sentir verdadero, real, la energía que ponemos traspasa los límites y el que recibe lo siente, por supuesto, otro tema será si es correspondido, cuando hablamos de pareja.
No hay un beso más sincero que el de un niño, el de nuestros padres, abuelos, el del ser que se ama. También representan la familiaridad, la cercanía con el otro, no hay que olvidar los besos que se dan los miembros de la mafia, cuando se pertenece al conglomerado que ellos llaman “familia”. En algunas culturas se saluda con dos.
Los besos representan el estrechamiento del vínculo en las parejas, cuando el amor se va perdiendo, asimismo van desapareciendo los besos.
En nuestro país el beso entre padre e hijo cuando crece se va perdiendo un poco, pero es un gesto bonito, que no hace perder un ápice de hombría.
El beso representa conexión, emoción, la pasión que enciende y se expresa al máximo, el preámbulo a un sentir y contacto más profundo. Siempre recordamos de manera especial nuestro primer beso.
Quizá haya un arte para dar un buen beso, para mí lo principal al hacerlo, expresar el sentimiento, dejar tu vida como si se fuera en él de manera viva, disfrutando cada emoción al darlo y también al recibirlo.
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