Santo Domingo .-Más allá de los efectos indirectos del poderoso huracán Beryl, también volvió a desnudar la falta de vivienda segura, educación sobre el manejo de los desechos residuales y, sobre todo, la falta de conciencia por parte de algunos munícipes, quienes salen a exponerse.
Bajo riesgos se encuentran los residentes que viven en las casas apostadas a la orilla del río Isabela, donde deben permanecer en vilo por su constante crecida.
El primer huracán de la temporada ciclónica sacó y movilizó toneladas de basura, las cuales flotaban por doquier. Aquí algunas muestras fotográficas de la situación que imperaba ayer en distintos sectores.