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Los restos del papa emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado sábado con 95 años, ya reposan en la cripta de la basílica de San Pedro del Vaticano, tras un entierro que culminó los últimos cinco días de exequias por su muerte.
El papa Francisco, su sucesor desde la histórica renuncia de Josep Ratzinger en 2013, asistió a la inhumación, según pudo saber EFE, aunque la Santa Sede aún no ha informado sobre su presencia.
