Beltrán quedó corto del Salón de la Fama, pero vio aumento en las votaciones

La puja del puertorriqueño Carlos Beltrán para conseguir su puesto en Cooperstown ganó terreno el martes, pero el estelar jardinero todavía quedó corto para ingresar al Salón de la Fama.

Beltrán estuvo en el 70.3% de las boletas de los votantes de la Asociación de Escritores de Norteamérica que se revelaron el martes, quedando a poco del 75% necesario para ser exaltado. Fue el que consiguió más votos y no alcanzó dicha cantidad, juntando menos apoyo de los ahora inmortales Ichiro Suzuki, CC Sabathia y Billy Wagner.

Los resultados fueron una notable mejoría para Beltrán, quien estuvo en el 46.1% de las boletas en el 2024 y el 57.1% el año pasado. Si no surge un descenso, tiene una gran posibilidad de ser inmortalizado en Cooperstown en los próximos años. Es elegible para otros siete ciclos de votaciones.

Simplemente observando los números, los argumentos de Beltrán son impecables. El boricua — nueve veces convocado al Juego de Estrellas cuya carrera incluye tres Guantes de Oro, cinco veces entre los primeros 20 de las votaciones del JMV, un título de Serie Mundial y uno de los mejores expedientes en la postemporada — es considerado por varios uno de los mejores bateadores ambidiestros y guardabosques defensivos de su era. Tiene la segunda mayor cantidad de WAR (70.1) entre cualquier jugador en la boleta de este año, por debajo de Alex Rodríguez. El único que ha jugado principalmente como jardinero central con mejor WAR en su carrera que no se encuentra en el Salón de la Fama es Mike Trout, quien pese a todavía estar activo, está destinado a Cooperstown tras su retiro.

Pero un grupo de votantes ha castigado a Beltrán por estar involucrado en el escándalo de robo de señas de los Astros en el 2017. Como el único jugador nombrado en la investigación de MLB, Beltrán renunció como manager de los Mets luego del informe de las Mayores y por eso ha perdido al menos algo de apoyo para el Salón de la Fama.

No parece que los votantes impedirán permanentemente que Beltrán llegue a Cooperstown, pero como lo han hecho con Barry Bonds, Roger Clemens, Rodríguez, el dominicano Manny Ramírez y otros — jugadores que, simplemente con números, tendrían su puesto asegurado en el Salón de la Fama. Como no es el caso con los anteriores nombres, Beltrán jamás ha estado vinculado públicamente con las sustancias para mejorar el rendimiento. También ha demostrado la suficiente vida en sus primeros tres años en la boleta que parece probable su eventual exaltación.

La manera en la que los votantes procedan con Beltrán podría marcar el ejemplo para las futuras votaciones de sus compañeros en el 2017, incluyendo el venezolano José Altuve, Alex Bregman y el también boricua Carlos Correa.

Beltrán, quien fue el Novato del Año de la Liga Americana en 1997, jugó sus primeras seis temporadas y media en Kansas City antes de que un canje en la Fecha Límite lo enviara a Houston, donde pegó 23 cuadrangulares en 90 partidos (más otros ocho en 12 encuentros de postemporada). Algunos señalarían el movimiento como el mejor desempeño de “arriendo” en la historia de MLB.

En ese invierno, Beltrán firmó un contrato de siete años y US$119 millones con los Mets, donde jugó por seis campañas y media. Otro traspaso en la Fecha Límite en el 2011 envió a Beltrán a los Gigantes, comenzando el tercer acto de su carrera. En los siguientes seis años, Beltrán vio acción con los Cardenales, Yankees, Rangers y Astros, pegando 133 vuelacercas y 175 dobletes de su campaña con 35 a 40 años. También ganó el esquivo anillo que al final resultó impactando de manera negativa su legado.

Pero recalcamos los números: Entre los jardineros centrales en el Salón de la Fama, solamente Willie Mays, Ken Griffey Jr., Mickey Mantle y Andre Dawson tienen más jonrones que los 435 de Beltrán. El boricua y Barry Bonds son los únicos jugadores en las Grandes Ligas en sacudir al menos 400 bambinazos, 550 dobletes y robarse 300 bases.

Tras retirarse como jugador, Beltrán se integró la gerencia de los Yankees antes de ser contratado como el manager de los Mets. Estuvo al mando por apenas 77 días antes de que acordara con el club, tras la presión por el informe del robo de señas, a cortar vínculos. Beltrán no dirigió en un partido.

Dos años después, Beltrán volvió a surgir como comentarista en YES Network. Eventualmente regresó a los Mets en el rol de asesor que ha tenido por los últimos dos años. En el 2024, Beltrán se convirtió en una figura más visible de la operación del conjunto de Queens, ocasionalmente viajando con el equipo y platicando con jugadores.

Si Beltrán eventualmente es exaltado, es incierto si representará a los Mets, Reales o no llevará un logo en su placa. Jugó más partidos (839) y registró mayor WAR (31.1) con los Mets que en cualquier otro de sus equipos, pero vio acción casi la misma cantidad en los Reales y aportó de gran manera en otros cinco clubes.

Sólo cuatro jugadores nacidos en Puerto Rico han sido exaltados al Salón de la Fama: Roberto Alomar, Orlando Cepeda, Roberto Clemente e Iván Rodríguez.