Bauger no merecía ese trato

Bauger no merecía ese trato

Bauger no merecía ese trato

Hugo López Morrobel

Es penoso que acuerdos de años entre instituciones creadas para contribuir al desarrollo de la niñez, la juventud y de la sociedad en general, se desconozcan, sin tomar en cuenta el daño que puedan causar a corto, mediano y largo plazo.

Eso lo traigo a colación después de recibir una misiva del amigo y excelente profesional Jorge Rolando Bauger, sobre el rompimiento de un acuerdo que tenía con la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, en cuyos terrenos impartía docencia de fútbol desde hace más de 12 años.

Ese centro de estudios tiene todo el derecho de rescindir ese contrato, pero debió acceder al pedido de permitir que Bauger, quien siempre ha cumplido a cabalidad el pago por arrendamiento, terminara de construir otro espacio, para35_d_27_2p01 lo que requería menos de 60 días.

Reitero que la Unphu, como propietaria de los terrenos, tiene todo el derecho de terminar el contrato, pero esa decisión, y ellos como centro docente deben conocerlo a cabalidad, afecta a decenas de niños y niñas.

El dinero mueve el mundo, y la causa del “desalojo” de la escuela de Bauger se debe a que otra escuela, también de fútbol, la FC Scola, al parecer ofreció más por el alquiler de la misma instalación.

Se sostiene, y más en estos tiempos, que la plata es el motor de los negocios, pero por unas monedas más no se debe golpear a entidades y programas que han y seguirán contribuyendo a las presentes y futuras generaciones.

El rector Miguel Fiallo y Rafael Espaillat Muñoz, vicerrector de Gestión, deberían ponderar el pedido de Bauger para que le concedan esos días para trasladarse a las nuevas instalaciones que está preparando. ¡Piénsenlo!