Santo Doomingo.-“La voluntad de Dios es la que decide cuándo tú vas a morir o no…”. Esa es la convicción asumida por Rafael Pérez Modesto, gerente general del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS), luego de superar un cáncer de colon que le afectó en 2005.
Sin preámbulos, y bajo la serenidad que le caracteriza, decidió hablar de esa experiencia que hasta la fecha sólo había externado para estimular y dar testimonios de fe a personas cercanas que atravesaban por situaciones similares y no se dejaran arruinar por un mal momento de salud.
Fe y determinación
“Soy de los que creo que para superar estados de esa naturaleza se requiere tener mucha fe en Dios, creer en la ciencia y, en tercer lugar, el vencimiento de estos males depende de la determinación del paciente”, comentó.
En ese entonces, cuando se desempeñaba como vice ministro de la Presidencia de la República, cuanta él, empezó a sentir que su rendimiento, en materia de ejercicios que realizaba y en lo laboral, no era igual.
Sentía molestias de cuello, espalda y cintura, al tiempo de experimentar unas inapetencias que lo llevaron a bajar de peso.
Como no sabía de qué se trataba, fue al cardiólogo por ser hipertenso y lo encontró bien; luego visitó un internista y a un fisiatra, que lo sometió a un tratamiento de compresas frías y masajes que lo tranquilizaron. Después fue al ortopeda, pero más adelante siguió sintiendo la misma pérdida de peso y su dinamismo.
Finalmente acudió a una gastroenteróloga, quien le preguntó qué tiempo tenía que no se hacía una coloscopía. Le recordó que ese examen debía hacerse cada cierto tiempo después de los 40 años, ya él había cumplido los 50 y tenía exactamente unos cinco años sin aplicarse dicho procedimiento .
Batallas libradas
Fue así como descubrió la enfermedad, y a partir ahí, en base a experiencias acumuladas como gerente de mercadeo y de promoción farmacéutica y otras áreas de salud, captó que se trataba de lesión de vida o muerte.
Su esposa Susana Antón se mostró llorosa, pero él actuó con serenidad y acordó que tenía que enfrentar ese nuevo reto.
No era la primera experiencia crítica de salud que le tocaba enfrentar. Cuando era combatiente de la guerrilla de 1963, del Movimiento 14 de Junio, sufrió una herida y quedó abandonado cerca de las montañas de Ocoa, lo que impidió que se la atendiera durante cinco días y contrajo una gangrena que lo puso al borde de la muerte.
Atenciones
Pérez Modesto relata que cuando le dieron el diagnóstico de cáncer de colon buscó segundas opiniones, pero el diagnóstico era el mismo. Entonces decidió atenderse en el país en el Centro Médico de Ginecología y Obstetricia.
Entendió que era una ventaja tratarse ahí por la confianza que le inspiraba el médico que lo atendería y que además era más fácil contar con la compañía de su familia.
La cirugía para extraerle las partes afectadas duró siete horas, pero a los diez días ya se estaba reintegrando a sus labores. Un mes después debió someterse a procesos de quimioterapia para eliminar cualquier célula cancerígena.
Se convenció que debía dedicarse a curarse y se sometió durante seis meses a fuertes tratamientos, los cuales implicaron un impacto económico para él y su familia.
En ese momento no estaba en marcha la Seguridad Social y por lo tanto no existía el Seguro Familiar de Salud.
Actualmente, a través del sistema de salud, los pacientes tienen una cobertura hasta de un millón de pesos.
En su condición de gerente general del Consejo Nacional de la Seguridad Social, Pérez Modesto entiende que los tiempos han avanzado y hoy, aunque los recursos son aún insuficientes, es más fácil tratarse.
“Yo no era rico, pero el apoyo de toda mi familia fue un gran respaldo, que es fundamental, aparte de la fortaleza que uno pueda tener”, dijo Pérez Modesto.
No obstante trabaja para mejorar las condiciones de servicios de salud mediante el rol que afronta .
Al margen de esto, sugiere a quienes se vean envueltos en problemas de salud que actúen con serenidad, que recuerden que Dios todo lo puede, que no inventen con “brebajes” que no se correspondan con niveles científicos y tener una actitud de colaboración.
Seminario ayudó vencer reto
Pérez Modesto, oriundo de La Vega e hijo de una maestra y un zapatero, en sus años mozos aprendió ambas destrezas, pero se inclinó entre 1958 y 1960 por ser seminarista, pero en 1961 se involucró en la política.
Las vivencias de la iglesia fue lo que en su enfermedad lo ayudó a reafirmar su fortaleza espiritual y no temerle a la muerte.
Estudió Mercadeo y relaciones públicas en el Intec, un diplomado en mercadeo farmacéutico en una universidad de Barcelona.
Se desempeñó como catedrático, por tres décadas, en el área de salud. A través de la política y militancia dentro del Partido de la Liberación Dominicana alcanzó el cargo como viceministro de la Presidencia y ahora es gerente general del Consejo Nacional de la Seguridad Social. Su mayor satisfacción es que nadie le señale ninguna inconducta; se inclina por valores patrios y por alcanzar las metas del CNSS.
