SANTO DOMINGO.-A simple vista parecen una técnica para embellecer jardinerías. Sin embargo, las barreras vivas y muertas como sus nombres indican son muros hechos con recursos de los predios agrícolas, especialmente en laderas o terrenos con pendientes muy pronunciadas, que juegan una función importante ya que se pierden muchos suelos por malas prácticas agrícolas en montañas.
“El objetivo principal de hacer este trabajo en parcelas de cultivos es evitar las pérdidas de suelos, por lixiviación, interferimos o arrastres en áreas con inclinaciones de 10 y hasta el 40 por ciento, con la idea de conservarlos, haciendo esas barreras vivas o muertas”, explicó Fulvio Ureña, vice ministro de Suelos y Aguas, del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Por erosión de suelo se pierden de 70 a 500 toneladas de tierras fértiles por cada 16 tareas anual, dependiendo si el terreno no tiene protección natural de cobertura forestal o arbórea, como además si no se implementan técnicas de conservación, lo que podría limitar la producción y con ella la inseguridad alimentaria.
Como sus nombres indican, “las vivas” se crean plantando cultivos vigentes con semillas, jengibres, sábilas, yautías y otras especies que se colocan en una posición contraria a las pendientes en curvas de nivel para cuando llegue el periodo de lluvia la tierra encuentre ese muro de contención y no se sea arrastrada con la fuerza del agua y vayan hacia los cauces de los ríos y luego al mar.
Con ese tipo de remediación se detiene la erosión del terreno, y que se pierda la fertilidad, que es la capa superficial, procurando que todo vaya a nivel, es decir de acuerdo a la pendiente. Las barreras muertas se crean en bases a materiales desechados en las mismas cosechas, como troncos; rocas y en ocasiones con sacos llenos de arenas contrarios.
Labor conservación
“Esa es la razón del verdor a orilla de los ríos porque las lluvias arrastran todos los nutrientes hacia allá.
El Ministerio trabaja en parcelas agrícolas cerca al rio de Pedernales, en un proyecto binacional, y el río Cenovi para llevar allí a los agricultores y en días de campos enseñarles la conservación de suelos”, comentó Fulvio Ureña tras especificar que cuando hay cobertura forestal no se necesitan barrras, contrario a sí hay conuquismo y pendientes se implementan para que el suelo no se afectado.
En el caso de los ríos, cuentan con barreras naturales, porque a ellos llegan rocas que se van desprendiendo de las montanas y en la medida que van chocando esos “cantos rodados” o piedras de ríos van formando partículas más pequeñas y al mimo tiempo liberan minerales.
Cantos rodados
— Erosión costera
Según Fulvio Ureña, en el caso de los cantos rodados que llegan a las playas fungen de barreras costeras. Por esa razón no se pueden extraer de forma indiscriminada hasta tanto la naturaleza misma lo vaya reponiendo.