El caos del tránsito nunca será resuelto si los gobiernos, no sólo este, siguen contemporizando con las exigencias mafiosas e ilegales de los malos empresarios del transporte terrestre de pasajeros y carga, que se hacen llamar sindicalistas sin serlo.
El más reciente ejemplo del poder de los guagüeros y otros transportistas es el “acuerdo” entre autoridades y ocupantes ilegales de terrenos públicos en la intersección de la Kennedy con Luperón, el kilómetro 9 de la autopista Duarte.
Antonio Marte, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte (Conatra), reveló el martes que “negoció” con el Gobierno que en vez de completar su desalojo de las áreas marginales donde han construido casetas, terminales y oficinas, las autoridades remodelarán al costo público esas estructuras para que continúen operando ilegalmente ahí.
Y además se premiará su ocupación ilegal regalando a Conatra un terreno para construir una nueva terminal. Este narigoneo inexplicable, injustificable y muy ilegal explica el éxito de gente como Antonio Marte. ¡Es un toro sagrado!