Barahona.–Desde la época de los taínos el Caribe ha sido una zona que ha capturado la fascinación de los aventureros por sus paisajes paradisiacos y clima agradable todo el año, condiciones estas que han favorecido considerablemente el desarrollo del turismo tanto en República Dominicana como en islas vecinas.
Una provincia que posee todas las condiciones para incrementar el número de turistas al año y por ende elevar las cifras de empleos directos e indirectos, lo cual incrementaría el superávit del Producto Interno Bruto (PIB), es Barahona, una zona olvidada por los inversionistas y que clama porque tanto estos como el Gobierno pongan sus ojos en ella y echen a andar el dinamismo económico de esta región, que es la más pobre del país.
Para nadie es un secreto que el turismo, adicionalmente, es un creador de empleos estables, impacta positivamente en los demás sectores productivos, como la construcción, comercio, agricultura, industria, las finanzas y el transporte, y es uno de los principales generadores directos e indirectos de ingresos para el fisco, por esta y otras razones el cuarto polo turístico debe ser tomado en cuenta, tanto o más que los otros del resto del país.
Falta apoyo de inversión
José Santana, director Regional de Turismo de la zona, atribuye el hecho de que en Barahona los proyectos turísticos se hayan quedado rezagados a la falta de decisión de los inversionistas, explicando que muchos no van con propuestas serias.
En otro sentido dijo que en la provincia se iba a desarrollar el Complejo Termal Canoa, del promotor Roberto Chetoni y después que se le arrendaron las tierras resultó truncado por la crisis inmobiliaria mundial del 2011, que además afectó otros pequeños proyectos de la zona.
Futuros proyectos
Santana dijo que la situación está cambiando, porque hay una compañía europea que tramitará los permisos correspondientes en el Departamento Técnico del Ministerio de Turismo y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para desarrollar un importante complejo turístico e inmobiliario en la zona de San Rafael.
Por otro lado, el promotor italiano Aldo Meroni, residente en el país, realizará en playa La Cueva Cabo Rojo-Pedernales el proyecto “Eco del Mar Resort de Charme”, de alto estándar según las normativas y parámetros contemplados en el Plan Sectorial de Ordenamiento de Desarrollo Turístico de Pedernales (PSOTT), pues tiene sus permisos para empezar a operar.
El mismo, que se vende bajo el lema “donde el lujo es la naturaleza”, consta de 228 habitaciones y tiene una extensión de 200 mil metros cuadrados, con medio kilómetro de playa.
El lugar donde se ubica el proyecto queda justo en la Sección Turística de la Unidad Ambiental 07, nombre con el que el Ministerio de Turismo denominó la zona de La Cueva, en su Plan Sectorial de Ordenamiento Territorial Turístico de Pedernales.
Meroni y su grupo de inversionistas construirá villas de lujo incrustadas bajo la sombra de los árboles, un proyecto que fue elaborado por un paisajista de fama mundial, el italiano Jean Carlos Paghera, quien diseñó en Dubai, Isla Palmera y los Jardines del Vaticano, así como a los arquitectos Pino Timpio y Ricardo Landi.
Con los pies en la tierra
El funcionario dijo que la tenencia de la tierra ha creado problemas para el despegue turístico definitivo y que hay pocos hoteles para recibir una gran demanda de turistas.
“Estuvimos equivocados siempre creyendo en un turismo de masa, de todo incluido, sol y playas, sin tener complejos hoteleros. En esta gestión el ministro Francisco Javier García nos ha abierto los ojos, ya sabemos lo que queremos, lo que nos conviene y está establecido en nuestro Plan Sectorial de Ordenamiento de Desarrollo Turístico (PSOTT), para un desarrollo de manera ordenada”, apuntó Santana.
En sus más de 1,650 kilómetros cuadrados Barahona es una tierra idónea para ofrecer diversión, relajación, turismo ecológico y de montaña, prácticas de deportes acuáticos y de buceo, tan solo está esperando que los inversionistas se decidan a dar el paso y convertir la provincia en la nueva locomotora del turismo y así alcanzar la meta establecida por el presidente Danilo Medina de incrementar el número de turistas a diez millones cada año y crecer como destino no sólo en el área del Caribe, sino que sea un referente en el mundo.
Estos recursos deben ser explotados para que la provincia no sea admirada por muchos e indiferente para otros.