El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, urgió a acabar con la “pauta” que convierte a los tiroteos masivos en algo que ocurre de forma “normal” en el país, después del ataque en San Bernardino (California), donde se registraron al menos 14 muertos y otros 17 heridos.
“Tenemos ahora una pauta de tiroteos masivos en este país que no tiene ningún paralelo en ningún otro sitio en el mundo”, dijo Obama en una entrevista con la cadena de televisión CBS News, preguntado por su reacción al tiroteo de ayer en San Bernardino.
Obama aseguró el año pasado que su mayor frustración como presidente ha sido el fracaso de sus esfuerzos por lograr un mayor control de la venta y posesión de armas en el país.
El debate sobre las armas se reabrió en 2012 en Estados Unidos a raíz de dos sucesos de ese año- la matanza en un cine de Aurora (Colorado), donde hubo 12 muertos y 58 heridos; y la ocurrida en la escuela Sandy Hook de Newtown , donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres.
Obama impulsó entonces un conjunto de medidas para reformar la legislación de control de armas, pero el Congreso no lo apoyó.