Santo Domingo.-Dejar que la comida se pierda, mientras hay tantas personas pasando hambre en el país, es un pecado imperdonable.
Y es que la proporción de personas subnutridas en República Dominicana era 1.6 millón para el período 2011-2013, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Por esa situación nació el Banco de Alimentos en el país, institución que llegó como “una luz en el camino” para los más desposeídos que están en situación de vulnerabilidad, no solo en República Dominicana, sino a nivel mundial.
Para empezar, el Banco de Alimentos es una institución sin fines de lucro que busca reducir el hambre y la pobreza.
Inicios
Cuenta con un centro de acopio, de selección y distribución de grandes cantidades de alimentos no comercializables por razones diversas, pero aptos para consumo humano.
En 1967 nació el primer banco, en Phoenix, Arizona, Estados Unidos, y más tarde se expandió por los cinco continentes. Actualmente existen más de 500 bancos en todo el mundo. Sin embargo, en República Dominicana inició en el año 2009.
“Las necesidades están en aumento, además hay suficientes alimentos en el mundo, pero la distribución está desequilibrada y se puede hacer mejor, por eso nos enfocamos en hacer esta labor”, dice Craig A. Nemitz, director de Campo de Red Mundial de Alimentos.
Loable labor
La institución es realmente como “un puente entre la abundancia y la carencia”.
Ellos tienen ya unas ocho instituciones que diariamente hacen sus donaciones, las cuales van desde una simple funda de detergente hasta los alimentos que sirven como comida diaria.
Su tarea
Ubicados en el kilómetro 18 de la autopista Duarte, la institución se encarga de ir diariamente a las entidades que donan, recoger los alimentos, luego llevarlos a su centro de acopio y organizarlos dependiendo de la categoría.
Más tarde, dos veces al mes, los distribuyen de acuerdo a las necesidades y la cantidad de personas que haya en las organizaciones que ayudan.
Su fuerte son los asilos, los orfanatos, hogares-escuelas y los centros de discapacitados y enfermos.
Es una loable labor que cada día realiza el banco, pues unas 32 entidades, todas reconocidas y sin recursos suficientes, se benefician con los alimentos que recolecta la institución.
Es tanto así, que todos los meses distribuyen al menos 20 mil libras de los diferentes productos que recolectan.
Labor en asilo
Un ejemplo de los beneficiados es el asilo San Francisco de Asís, el cual tiene grandes precariedades, pero la ayuda del banco les aliviana sus carencias.
“Esa es la única institución que tiene todo canalizado, que no tenemos que llamarlos. Ellos siempre nos llaman para enviarnos los alimentos”, afirma Claritza Rodríguez, encargada del Trabajo Social del asilo.
Ella no titubea para resaltar que la labor del Banco de Alimentos es admirable y dice que ojalá que en República Dominicana existieran varias instituciones que hagan lo mismo.
El padre Domingo Legua Rudilla, director de la institución, explica que su principal objetivo es convertirse en una organización líder, trascendente y comprometida en la reducción del hambre y la desnutrición en el país a través de la captación y redistribución de alimentos.
Tú puedes ayudar!!!
Es por eso que informó que mañana tendrán en 10 supermercados una actividad de recaudación de alimentos que posteriormente serán repartidos entre las instituciones benéficas que asisten a la niñez, envejecientes y personas con discapacidad.
Señala que la actividad consistirá en que las personas que vayan a Supermercados La Sirena y Carrefour podrán comprar cualquier alimento que no requieran refrigeración y los puedan donar para luego llevarlos a los más necesitados.
“Ha sido de mucha satisfacción para mí poder ayudar a tantas personas que lo necesitan”, indica Legua.
