El Balón de Oro concedido al fallecido futbolista Diego Armando Maradona tras el Mundial de México de 1986 se ha convertido en objeto de una disputa judicial entre sus herederos y una casa de subastas francesa.
El trofeo fue entregado al astro argentino del fútbol por haber sido el mejor jugador del torneo, en el que Argentina se proclamó campeona con una actuación memorable del «pelusa».
La casa de subastas francesa Aguttes tenía previsto subastarlo en los próximos días, pero un tribunal francés ordenó este miércoles su embargo judicial hasta que se aclare la propiedad del trofeo, que estuvo desaparecido durante décadas.
El tribunal quiere evitar que vuelva a desaparecer y revirtió una decisión judicial emitida la semana pasada que permitía seguir adelante con la subasta pese al rechazo de los herederos de Maradona, que aseguran que el trofeo fue robado y que el dueño actual no tiene la facultad para venderlo.
Distintas versiones
Aguttes indicó que el trofeo reapareció en 2016 como parte de un lote que adquirió un coleccionista privado en París y asegura que el actual propietario desconocía que el trofeo había sido robado cuando lo compró años atrás.
Para el tribunal de apelaciones, existe una disputa genuina sobre el auténtico dueño del Balón de Oro.
Gilles Moreu, el abogado que representa a los cinco hijos de Maradona, declaró que procederá a presentar un recurso para que un tribunal decida quién es el dueño del trofeo.
La justicia francesa abrió una investigación el mes pasado tras recibir una denuncia sobre un supuesto robo.
Las circunstancias de la desaparición del trofeo nunca han estado claras. Maradona recibió el Balón de Oro como mejor jugador del Mundial en una ceremonia en el cabaret del Lido, en los Campos Elíseos de París.
Pero luego se le perdió el rastro. Y han circulado explicaciones muy diversas.
Según dijo la casa de subastas, algunas fuentes aseguraron que Maradona lo perdió jugando al póker o lo vendió para pagar su deudas.
Otras versiones sostienen que lo guardó en la caja fuerte de un banco en Nápoles, la ciudad italiana en la que jugaba para el equipo local, pero fue sustraído de allí en el robo perpetrado por una banda mafiosa.
Maradona falleció en 2020 a los 60 años.
El Mundial de México de 1986 conquistado como líder de la selección argentina fue su mayor éxito como futbolista. Fue proclamado como mejor jugador del campeonato y deslumbró al mundo con jugadas como el gol que le marcó a Inglaterra en la semifinal tras una espectacular carrera sorteando rivales desde el centro del campo.
En ese partido también marcó su recordado gol de pícaro con la mano, que pasó a la posteridad como «la mano de Dios».
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